Bajo el título Joan Brossa: Poemas visuales e instalaciones, La FACT de Terrassa acoge hasta julio, una exposición de Joan Brossa, un artista que supo romper las barreras convencionales entre disciplinas y fusionó poesía, objetos, escenografía e instalaciones para crear una propuesta artística única e inimitable.
Roda, Joan Brossa (1969-1989)
La exposición está comisariada por Ricard Planas, crítico de arte y gestor cultural con larga experiencia en la promoción del arte contemporáneo. Gran conocedor de la obra de Brossa, Planas ha creado una muestra que permite redescubrir la profundidad del universo creativo del poeta, poniendo especial énfasis en su capacidad de transformar la cotidianidad en arte. Podría utilizar este espacio para describir cómo era Joan Brossa, pero su talante ya ha quedado grabado en nuestro imaginario colectivo como un artista total: polimórfico, tradicional, vanguardista, visual, objetual y escénico; capaz de realizar magia cotidiana y considerado el precursor de los happenings y las performances como manifestación artística. Brossa fue un visionario que anticipó muchas de las tendencias que hoy se consideran fundamentales en el arte contemporáneo, como la interactividad y la multidisciplinariedad.
Emplaçament, II Somni, Joan Brossa
Lo que queda ahora es su legado, preservado por la galería Miguel Marcos de Barcelona, que cede parte de su fondo para que pueda ser expuesto y disfrutado por el público en la ciudad de Terrassa. Esta iniciativa no sólo contribuye a mantener viva la memoria de Brossa, sino que también acerca su arte a nuevas generaciones. La exposición alberga desde poemas objeto hasta poesía visual y escrita, así como instalaciones. Todos estos elementos garantizan el reconocimiento de un artista que mostró interés por los objetos cotidianos, tal y como lo hicieron otros creadores de principios del siglo XX, poniéndolos en el pedestal metafórico que convierte una pieza en obra de arte. Podemos ver algunas de sus imágenes predilectas, como letras, relojes, máscaras, martillos o tijeras, objetos sencillos pero llenos de significado que invitan al espectador a observarlos desde una perspectiva completamente nueva.
Su obra puede parecer compleja, pero al mismo tiempo desprende un atractivo honesto e ingenuo, con ciertos toques de ironía y cinismo que proporcionan a la muestra un grado de libertad artística y personal. Esta combinación única de sencillez y profundidad hace que Brossa siga siendo un referente indiscutible en la escena artística contemporánea.