El libro 1964. Cuando la cultura se convirtió en espectáculo, escrito por David G. Torres, profesor de arte contemporáneo en la UAB, además de codirector y cofundador de A*DESK, Instituto Independiente de Crítica y Arte Contemporáneo y colaborador de Bonart, ofrece una visión de conjunto que recorre el año de 1964 y ciones que comporta: la rebeldía y el inconformismo vinculados a la cultura pop; la consolidación de la juventud en la escena social, cultural y política; la lucha por los derechos civiles y las diversas implicaciones de las comunidades surgidas en la costa oeste de Estados Unidos, Holanda, Francia o España; la apoteosis del arte pop conceptual y la sublimación del mercado del arte; la aparición de movimientos contraculturales que llevaron al Mayo del 68 y al nacimiento del punk.
En 1964 marca un cambio de época. Marcel Duchamp decide comercializar sus ready-mades, el pop sin complejos de Robert Rauchenberg gana la Bienal de Venecia, Dino Gavina realiza una edición de lujo de los muebles de la Bauhaus, Pete Townshend comienza a destrozar guitarras cuando terminan las actuaciones de The Who, los Rolling de detergente en Nueva York y abre la Factory en Manhattan, Roy Orbison escribe Pretty woman. Se respiraba una cultura underground tanto en Europa como en Estados Unidos, donde activistas feministas, antirracistas y antibelicistas se organizaban en manifestaciones de estudiantes en Berkeley. En 1964 Umberto Eco publica Apocalípticos e integrados, donde afirma que el anhelo utópico, revolucionario y disidente de las vanguardias había quedado integrado en la sociedad del espectáculo.
Según David G. Torres, ese momento en el que la cultura se convierte en espectáculo también va ligado a la pérdida de la inocencia ante lo que se creía una cultura heroica o transformadora. El público entendió entonces que arte pop, cultura popular y música pop eran exactamente la misma cosa.
Bicycle Wheel, Marcel Duchamp (1913)