Nacido en Sabadell en 1945, Taulé inició su trayectoria artística en 1966 con su primera exposición en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal. A pesar de su formación en arquitectura, decidió centrarse en la pintura desde 1973, una elección que marcó profundamente su obra. Esta decisión, influida por su formación, hizo que la arquitectura no sólo modelara su forma de concebir el espacio, sino que se convirtiera en un elemento fundamental de su universo creativo. Siguiendo los consejos de su padre, que le sugería que la arquitectura sería la mejor base para ser un buen pintor, Taulé utiliza los vacíos y la transparencia de las construcciones como recursos esenciales en sus obras, viendo a la arquitectura como una metáfora del cuerpo humano.
La luz y la sombra se han convertido en sus grandes aliados creativos. A través de ellas, Taulé crea escenas que juegan con la idea de la presencia y la ausencia, interiores desolados iluminados por una repentina claridad que transforma la percepción del espacio. Este efecto, casi cinematográfico, transporta al espectador a un lugar entre la realidad y la ficción, donde las fronteras se difuminan. No es extraño que su obra evoque la estética de la ciencia ficción, con su forma de representar ambientes hipnóticos y visiones que parecen extraídas de otro plano de realidad.
Les Chercheurs d’or, Antoni Taulé (1978). © Antoni Taulé 2008-2025
El artista reparte su tiempo entre Formentera y París —donde ahora vuelve a exponer hasta el 19 de abril—, dos espacios que considera esenciales para su proceso creativo. Son estos paisajes, tan distintos entre sí, los que le proporcionan la energía necesaria para desarrollar su universo pictórico. Aunque nunca se ha querido vincular a ningún movimiento artístico en concreto, su trabajo ha sido a menudo comparado con la Nueva Figuración, por su manera de reinterpretar la realidad con una mirada profundamente personal.
Más allá de la pintura, Taulé ha tenido una estrecha relación con el mundo de la escenografía, colaborando en producciones teatrales y ballet. Entre sus trabajos destacados está la creación de escenografías para Rudolf Nureyev en el Palais Garnier de París y en el Metropolitan Opera de Nueva York. También ha trabajado en escenarios de ciudades como Barcelona, Londres, Venecia y Madrid. Su trayectoria le ha llevado a exponer en diferentes rincones del mundo, con muestras retrospectivas en lugares tan diversos como el Salón del Tinell de Barcelona, la Fundación Hastings de Nueva York, Japón, el Museo Goya de Castres y el Museo Can Framis de Barcelona. Sus obras forman parte de colecciones permanentes en instituciones como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Francia y el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París.
Tal y como afirma el propio Taulé: "Si el ser humano no está conectado con el cosmos, en realidad no existe". Esta visión se refleja en su forma de entender el arte como un medio que conecta al individuo con el universo, creando mundos que oscilan entre la realidad tangible y una dimensión más enigmática y metafísica.
Arconati, Antoni Taule (2021). © Antoni Taulé 2008-2025