La Sombra de Joan Crous llega a San Petronio

Joan Crous, artista catalán afincado en Bolonia desde hace años, ha dedicado cinco años a crear una obra que busca ser un grito contra la guerra y el fascismo. La Sombra, una escultura monumental hecha de fragmentos de vidrio y tierra, podrá verse completa por primera vez en la Basílica de San Petronio, en la Piazza Maggiore de Bolonia. Con unas dimensiones similares a las de la célebre pintura de Picasso, esta prenda estará expuesta del 25 de abril hasta finales de junio.

Inspirada en el brutal bombardeo de Guernica en 1937, La Sombra emerge como una relectura contemporánea del dolor y la destrucción causados por los conflictos bélicos. Crous ha utilizado su técnica personal, la "envoltura", que consiste en fosilizar fragmentos cotidianos con polvo de vidrio para transformarlos en una superficie en relieve. La escultura está formada por 770 baldosas de pasta de vidrio y suelo en moldes de arena. A primera vista, su obra parece una ciudad en ruinas, gris y sin vida, pero cuando la luz la atraviesa, aparecen imágenes que recuerdan a los elementos de la Guernica de Picasso: figuras de muerte, el grito de una mujer en llamas, el caballo…

El proyecto nació en 2019, en un momento de fuerte tensión política en Cataluña. Crous, originario de Banyoles (Girona), quería transmitir a los boloñeses la importancia simbólica de la pintura de Picasso y, al mismo tiempo, denunciar el peligro de los nacionalismos excluyentes. Sin embargo, la irrupción de la pandemia y el estallido de nuevas guerras, como las de Ucrania y Palestina, dotaron a su obra de una nueva profundidad y urgencia. Inicialmente pensada como una representación de una manifestación antifascista vista desde el aire, la historia dio la vuelta a su intención inicial. La escultura se convirtió en una reflexión sobre la destrucción y el paso del tiempo, incorporando incluso materiales simbólicos como frascos de vacunas y balas.

Exponer esta prenda en la Basílica de San Petronio tiene un significado especial para el artista. Crous destaca el papel del Papa Francisco en su crítica abierta contra la guerra y considera que mostrar la obra en una iglesia con tanta historia política y social refuerza el mensaje pacifista de su creación. Ésta no es la primera vez que La Sombra se muestra al público; ya había sido expuesta en una versión reducida en la iglesia del Villaggio del Fanciullo, y viajará próximamente a Gerona. De cara a 2027, coincidiendo con los 90 años del bombardeo de Guernica, se prevé que llegue a la ciudad vasca, posiblemente al Museo de la Paz.

La obra de Crous va más allá de una simple reinterpretación de Guernica; es un ejercicio de memoria y conciencia que nos recuerda que la destrucción y el sufrimiento humano no son cosa del pasado, sino realidades que se repiten con nuevas formas y contextos.