El MARCO de Vigo acoge la exposición Érguete la huella de las madres, una muestra que rinde homenaje a las mujeres gallegas que, en los años ochenta y noventa, transformaron el dolor en lucha por combatir el narcotráfico que asolaba su comunidad. Cuando la heroína entró en España a través de las costas gallegas, muchas familias vieron cómo sus hijos e hijas se convertían en víctimas de una adicción que destruía vidas y familias enteras. Las madres de Érguete decidieron que no podían quedarse de brazos cruzados y convirtieron su maternidad en una herramienta de transformación social.
La exposición repasa la trayectoria de esta asociación, creada en 1985, cuando un grupo de madres se unieron para denunciar la pasividad institucional y la impunidad con la que operaban los narcotraficantes en Galicia. Con pancartas, protestas y acciones directas, consiguieron no sólo visibilizar la problemática, sino también presionar a las autoridades para cambiar leyes e impulsar acciones contra el narcotráfico. La exposición presenta imágenes de archivo de las manifestaciones y performances que estas mujeres llevaron a cabo para hacer oír su voz, desde protestas frente a las casas de los grandes narcotraficantes hasta marchas multitudinarias que sacudieron la conciencia colectiva.
Esa lucha no estuvo exenta de dificultades. Las madres de Érguete fueron estigmatizadas y ridiculizadas, tasadas de "locas" o "terroristas" por aquellos que no querían ver la realidad. Sin embargo, persistieron, demostrando que su movimiento era una respuesta necesaria ante la crisis humanitaria que suponía la adicción masiva a la droga. La exposición recoge testimonios y material documental que evidencian cómo esta lucha cambió la percepción social sobre la drogodependencia y logró reformas legislativas clave en materia de justicia y seguridad.
Más allá de su impacto político, Érguete la petjada de las madres también pone el foco en el impacto emocional y personal que esta lucha tuvo en sus protagonistas. La muestra incluye entrevistas y fotografías que retratan su valentía, su sororidad y su determinación para defender a sus hijos e hijas en una sociedad que a menudo las culpabilizaba. A través de una selección de obras de artistas contemporáneos como Eugenia Balcells , Cecilia Barriga , Javier Codesal , Jana Leo y Bea Rey , entre otros, se reflexiona sobre el estigma de la drogodependencia y el papel de las mujeres en la construcción de movimientos sociales. La muestra también conecta con otros movimientos de madres activistas, como las Madres de Plaza de Mayo en Argentina o las Mujeres de Chile (MUDECHI) . Todas ellas comparten una misma idea, el dolor personal se convierte en una herramienta política capaz de transformar estructuras de poder y reclamar justicia.
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