Desde este pasado lunes 17 de febrero, el mundo del arte contemporáneo de Barcelona está de luto por la pérdida de una de sus figuras más emblemáticas: la galerista Maria Rosa Furriol. Una de las más veteranas e influyentes de la ciudad nos ha dejado un legado inestimable en el panorama cultural.
En sus inicios, Maria Rosa tomó las riendas de la galería Eude de Barcelona (situada en la calle Consell de Cent, número 278) en el momento en que su hermana, Fina Furriol, que la inauguró en 1975, cayó enferma en el año 2004. profesora de lengua castellana e inglesa. Uno de los momentos más destacados de su trayectoria profesional como galerista fue en 2011, cuando recogió el Premio ACCA de la Asociación de la Crítica de Arte de Cataluña por la mejor exposición, titulada 'Expresionismo abstracto: Alechinsky, Appel, Dubuffet, Hartung', en la categoría de galerías de arte moderno y de arte moderno.
'La botte à nique', Dubuffet (1973)
Desde sus inicios, la galería Eude ha organizado exposiciones temporales dedicadas a la obra gráfica ya la fotografía de artistas relevantes tanto a nivel nacional como internacional.
A partir de hoy, miércoles 19 de febrero, se llevará a cabo su velatorio en el Tanatorio de las Cortes de Barcelona de 16:00 a 20:00 horas, y el jueves 20 de febrero se celebrará el funeral de Maria Rosa a partir de las 13:00 horas en el mismo tanatorio.
En memoria de una clienta fiel y gran amiga
Este pasado 17 de febrero por la tarde nos dejó Maria Rosa Furriol, una de nuestras lectoras más fieles y una gran amiga de nuestra revista, una bonartiana de las auténticas. Desde el equipo editorial, queremos expresar nuestro más sentido pésame por esta pérdida irreparable y compartir nuestro dolor con su familia, amigos y todas las personas que tuvieron la suerte de conocerla, especialmente Carmen, Silvia y Esther, sus incansables trabajadoras de la galería Eude.
Yo recuerdo que siempre las iba a visitar a la galería y me lo pasaba muy bien con ellas, conversando, merendando y riendo con “mis girls” o “las chicas de oro de Consell de Cent”. Sobre todo, recuerdo la última vez que me llamó este pasado verano. Yo estaba en el jardín de casa, enferma, y aún así, ella, desde su residencia, donde la cuidaban, sólo pensaba en el trabajo. Me comentó que estaba contenta de cómo había ido la muestra de Maria Girona, 'Flors i Pájaros', y que tenía ganas de anunciar y hacer un escrito sobre la exposición de Jaume Plensa en su galería. Con su voz enérgica y decidida, me transmitió un mensaje muy poderoso: ¡los del mundo del arte nunca podemos rendirnos!
María Rosa, con tu pasión por el arte y la cultura, has sido una inspiración para una generación de hombres y mujeres como yo. Me siento muy afortunada por haberte conocido y compartido este camino contigo hasta el final de tus días. Siempre te recordaré con un gran cariño y, sobre todo, con una gran admiración. Tu legado y tu entusiasmo por el mundo del arte continuarán siempre presentes entre todos nosotros.
Muchísimas gracias por todo, ¡nunca te olvidaremos!