La Sala Parés acoge, hasta marzo, dos exposiciones individuales a partir de las propuestas artísticas de Manuel Velasco y Carlos Morago .
'Huellas del paraiso' es la propuesta de Manuel Velasco (Valladolid, 1966), una obra que destaca por sus características plásticas y por la textura. Sus telas crean un trompe-lo oeil que nos hacen pensar que trabaja directamente sobre planchas de metal. El artista ha desarrollado una técnica propia a base de experimentación mediante la cual utiliza hierro micronizado aplicado sobre lienzo que seguidamente oxida químicamente y donde aplica diferentes pinturas y esmaltes y alcanza resultados de gran riqueza material y cromática. Suele trabajar series a partir de un tema que le sirve de hilo conductor conceptual entre las diferentes obras en las que casi siempre está presente la idea de muro o telón, referencia directa al Muro de Berlín ya la separación física e ideológica de la sociedad durante su juventud. Su propuesta artística se encuentra entre la representatividad y la abstracción, y plantea una frontera estrecha, casi inexistente, que se diluye por medio de pequeños detalles y matices.
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, expone en la Sala Parés desde 2020, y también lo hace con regularidad en otras ciudades españolas, así como en Bélgica, Francia y Portugal. Su característica personalidad artística ha llevado a su obra a ser reconocida con diferentes premios y formar parte de algunas importantes colecciones tanto privadas como públicas.
'Horitzó', Manuel Velasco
Por otra parte, la obra de Carlos Morago (Madrid, 1954) plasma espacios vacíos y austeros, serenos y equilibrados, iluminados con una luz suave y clara que le permite explorar una riquísima gama de grises y blancos que son los colores más presentes en su paleta. Construye escenas de gran fuerza lírica, impregnadas de una atmósfera enigmática, casi metafísica. Crea espacios deshabitados y silenciosos donde demuestra ser el maestro de las ausencias, mostrando al mismo tiempo un gran interés por los espacios interiores. A veces, éstos son observados a través de puertas o ventanas entreabiertas que, a pesar de ello, quedan casi totalmente ocultos, jugando con el suspense y creando imágenes inquietantes. En otros, se abren a vistas panorámicas de ciudades, o dejan entrever jardines y patios interiores, donde algunos elementos vegetales, descritos admirablemente, aportan un contraste que crea una espléndida armonía de colores y formas. Sus bodegones son sumamente poéticos. Colorea especialmente flores y plantas, pero también cerámicas y otros elementos solitarios que destacan por su vitalidad y cromatismo sobre unos fondos que invaden buena parte de la composición.
Carlos Morago expone en la Sala Parés desde 2009 y su obra se ha presentado en varias ocasiones en Francia, Alemania, Inglaterra, México y Bélgica, así como Madrid y otras ciudades de la península.
'Saló', Carlos Morago