Josep Miàs (Banyoles, 1966) es un escultor más conocido como arquitecto creativo que ha llevado a la arquitectura de excelencia y de innovación catalana al máximo nivel internacional, que además cultiva la edificación, el urbanismo, el paisajismo, el diseño de interiores y la escultura.
El compromiso con el sitio y sus narrativas, el diálogo constante entre el espacio y el contexto, la capacidad de armonizar materiales y la creación de una arquitectura emocional y singular son algunos de los elementos que lo caracterizan. Sus proyectos persiguen crear un espacio con una atmósfera determinada que conduzca a una vivencia específica y única, entendiendo a la arquitectura como esculturas transitables. ¡Porque la arquitectura no deja de ser una manera de hacer arte! De hecho, muchos arquitectos han establecido estrechos lazos entre arte y arquitectura con aportaciones creativas e innovadoras. Éste es el caso de Miàs que se expresa en el contexto del mestizaje de lenguajes y de soportes de ecléctica cohabitación que en los últimos años se ha impuesto. Sus volúmenes aéreos –que nos remiten a maquetas de edificios– crean una frontera difusa entre arquitectura y escultura para jugar con nuestra percepción. Son líneas dibujadas tridimensionalmente que se expanden espacialmente para crear unos objetos -materializados con alambre- que se pliegan y repliegan en redes. Realizados o soñados, estos trazos lineales, en ordenación constructiva, nos acercan al dibujo; una herramienta fundamental en el trabajo del arquitecto. En estos objetos en tránsito la materia es tan breve que no permite ocultar nada; se manifiesta desnuda mostrando su anatomía, sin ningún tipo de vestimenta que encubra su estructura. En el ámbito de su laboratorio introspectivo, son la materialización del pensamiento, donde se procura tiempo para vislumbrar transcursos e investigaciones, así como para ejercitar la propia idea. La verdad del trazo procede de un trabajo de análisis de la realidad visible, para terminar en una transcripción en tres dimensiones que a su vez son la síntesis del volumen, de su contorno, y los efectos de la luz.
En su esencia, el dibujo es la voz de la línea (como la mancha lo es de la pintura, el volumen de la escultura y el espacio lo es de la arquitectura) y por eso su sustancia es delicada, intangible , etérea, casi inmaterial. Como lenguaje de expresión artística, el dibujo constituye la base insustituible del momento más extraordinario del trabajo del artista: el acto creativo. Es un medio privilegiado de afirmación directa, de experimentación constante; una escritura de gran ductilidad que permite al autor una libertad de actuación difícil de conseguir con otros procesos artísticos. Esto es posible porque la mente y la mano se comunican directamente mediante una energía psico-somática fluida, reflejando sin intermediarios, los movimientos y los flujos emotivos en trazos lineales sobre el papel. Dibujar es, en definitiva, pensar, definir, volumetrizar, concretar ideas y formas, configurar un elemento del intelecto o de la realidad, es decir, utilizar un procedimiento visual ligado a las capacidades perceptivas de la mente.
Tanto es así que el Museo Nacional de Arte Moderno del Centro Pompidou de París, mostró en 2021 los dibujos y modelos más importantes de los proyectos realizados por su estudio de arquitectura en la exposición “MIAS Exhibition” que han entrado a formar parte de su colección permanente. Unas propuestas imprevisibles, innovadoras y experimentales que le han sido reconocidas con el Honorary Fellow 2024, otorgado por el American Institute of Architects (AIA). Se trata de una distinción honorífica de gran prestigio, que anteriormente se ha otorgado a arquitectos catalanes como Oriol Bohigas, Ricardo Bofill y RCR Arquitectes y que se suma a una serie de reconocimientos internacionales recibidos a lo largo de su trayectoria profesional. Algunas de sus obras más destacadas son el Club de Golf Fontanals, la remodelación del Centro Histórico de Banyoles, el nuevo Mercado de la Barceloneta, el 22@ Plug-in Building y el iGuzzini Illuminazione HQ en Barcelona, entre otros. Además, en 2021 el Museo del Diseño de Barcelona le dedicó una exposición monográfica.