Eveli Torent: el resurgimiento de un artista catalán

En estos últimos años el MNAC nos tiene acostumbrados a mostrar una serie de exposiciones de artistas de los que no se ha hecho mucha mención. El gesto es recuperarlos y exhibir sus obras, tal y como sucedió por ejemplo con la anterior exposición de la musa artista Suzanne Valadon. Ahora el protagonista es el pintor e ilustrador Eveli Torent (Badalona, 1876 – Barcelona, 1940), que también se posicionó política y socialmente, lo que le condujo a ser encarcelado al final de la Guerra Civil española por su adscripción en la masonería, donde llegó a tener el grado 33 de la Gran Logia Española, que es el más elevado de esta institución filantrópica.

Fue discípulo de Martí Alsina en la Escola Llotja de Barcelona. Por eso la exposición lleva como título Eveli Torent. Entre los Quatre Gats y la masonería, que incluye toda su trayectoria plástica, que parte del modernismo, concretamente de su relación con el entorno de Els 4 Gats, participando en la primera exposición que se llevó a cabo, en 1897. Mantuvo un contacto muy estrecho con sus componentes, entre ellos Picasso, Casagemas, Mir o Anglada Camarasa. En el Museu Picasso de Barcelona hay varios retratos de Torent dibujados por el pintor malagueño, entre ellos uno de 1900 donde se le representa sentado con las manos en el bolsillo.

'Dama', Eveli Torent (1900). Col·lecció Artur Ramon

La vida de Torent fue muy movida e interesante, ya que primero residió en París a principios del siglo pasado y enseguida mostró algunas obras en el Saló dels Independents. En 1903 ya expuso en la galería Berthe Weill. Sin embargo, seguía trabajando como ilustrador en revistas como La Esquella de la Torratxa, La Atlántida, El Gato Negro, La Luz o Hispania, además de las francesas La Vie Parisienne, Le Rire, La Raison o L'Asiette au Berre. Desde 1910 solía pasar algunas temporadas en Buenos Aires. Cuando comienza la Primera Guerra Mundial se va a Nueva York, donde entrará en contacto con distintos círculos y entidades de tipo social, entre ellos algunos relacionados con la masonería. Ahora bien, sólo permanecerá cinco años en la ciudad, ya que regresó a Barcelona y se instaló en la plaza Medinaceli, donde compaginó la pintura y la ilustración con la docencia en diferentes escuelas.

Las temáticas más habituales fueron los paisajes y retratos, todos ellos dentro de un realismo muy acentuado. Más adelante se inclina por el impresionismo, sobre todo cuando se enfrenta al paisaje de carácter simbolista. Las escenas costumbristas, principalmente con presencia femenina, son de un marcado cromatismo.

'Nena de la clavelina', Eveli Torent (1887-1889). Col·lecció particular