'Cachemir. La lágrima persa' es una exposición de producción propia del Museo de la Estampación de Premià de Mar que se nutre de fondos propios y de otros museos, escuelas de diseño o particulares para mostrar un motivo de éxito dentro de la iconografía textil. La versatilidad del motivo de cachemira, con forma de lágrima o gota profusamente decorada, le ha llevado a estar muy presente en el repertorio textil de los últimos cuatrocientos años. El origen de este diseño lo podemos situar en el subcontinente indio, durante la época del imperio Mughal, en el siglo XVI, o en Irán, donde ya se encuentran imágenes de hojas estilizadas que se conocen también con el nombre de butah o boteh. Los ricos chales de cachemira que se producen en Oriente llegan a Europa y se convierten en un objeto de lujo, raro y escaso.
Más tarde, como resultado de las campañas de Napoleón en Egipto, el emperador regala a su mujer Josefina más de sesenta chales de cachemira, cada uno de un importe equivalente a una pequeña vivienda. Europa buscó la forma de fabricar este producto y satisfacer una demanda cada vez más creciente. Los centros de creación textil, con la ciudad escocesa de Paisley al frente, quisieron imitar a los ricos chales de cachemira ofreciendo versiones más asequibles. Otros centros, como la ciudad alsaciana de Mulhouse, ya en pleno siglo XIX realizaron versiones estampadas, más al alcance del público en general.
‘Caixmir. La llàgrima persa’ al Museu de l'Estampació.
El chal de cachemira se popularizó y tuvo una época álgida en plena moda Imperio y durante todo el siglo XIX. La cachemira tuvo un segundo momento de expansión en la época hippy, con la hoja de boteh como motivo central, con colores vibrantes, vistosos y de estética psicodélica. En el siglo XX también se recuperó la bandana, un pañuelo monocromo estampado con hojas de cachemira, que potenciaba la imagen de estrellas de la música rock. La exposición reúne piezas de las empresas Ponsa, La España Industrial, Estampats Farreró y otras colecciones propias, así como piezas del Museo de Arenys, el Museo Textil de Terrassa y la empresa Turkestan.
La exposición, que se podrá visitar hasta finales de abril, termina con dos notas de actualidad: muestra una creación inédita de Sylvia Calvo, artista creadora de moda sostenible, y las creaciones de los alumnos de la Escuela de Diseño Isla en el entorno de la cachemira. Hoy, el motivo de cachemira está muy presente en la indumentaria tanto femenina como masculina y es un clásico que ha vencido el paso del tiempo por su versatilidad.
Cessió de l'empresa Alfombras Turkestan per ‘Caixmir. La llàgrima persa’