El archivo Lafuente, creado en 2002, es una colección documental especializada en el arte del siglo XX. A pesar de destacar por su fondo de las primeras vanguardias y arte de América Latina, su verdadero punto fuerte es el arte español, sobre todo de los años setenta y ochenta, con especial mención a todo lo que fue la transición y la contracultura. De hecho, a fecha de hoy, para cualquier persona estudiosa de ese momento, es el mejor lugar al que dirigirse para encontrar información. Por su importancia, uno de los fondos más completos y exhaustivos que existen en el mundo, fue adquirido en su conjunto por el Estado español en 2022, para completar los que se encuentran en el Reina Sofía. El archivo quedará depositado en un centro adscrito a la citada institución situado en Santander, ocupando el antiguo edificio del Banco de España, con inauguración prevista para 2026.
Sobrevivir al tiempo
Uno de los actores principales de la contracultura, escritor, fundador de la revista Ajoblanco, espectador de lujo de esos años y con material también depositado en el archivo Lafuente es Pepe Ribas. Me pareció oportuno acercarme a su casa, en Viladamat, en medio del Empordà, para pedirle la opinión sobre el tema. Como siempre, me obsequió con una retahíla de historias y anécdotas con todo lujo de detalles. Gran conocedor del momento y de todo lo que se cocinaba en la época, el conocimiento y los contactos que atesora, añadidos a las horas de trabajo dedicadas, le han convertido en una figura básica para entender qué pasó, pero también qué está pasando, con muchos de los protagonistas de esos años.
Dificultades y subsistencia
Me habla de las dificultades de muchos de ellos, y de cómo la venta de sus archivos les ha ayudado a subsistir, de cómo se ha perdido una gran cantidad de obras del underground, y de la buena labor llevada a cabo por Lafuente, no sólo salvando el material y ayudando a los autores, también centralizando toda esta información en un mismo lugar, algo que nos ayuda a entender mejor el momento, pero sobre todo, con la capacidad de romper con ésta visión demasiado lineal del mundo del arte que deja atrás otros planteamientos artísticos también presentes en la época. Pepe Ribas carga contra la falta de pluralidad en nuestro país, según él, una de las razones por las que hay gente que se va. El propio Miralda, en una entrevista publicada el pasado 20 de mayo en El Punt Avui, cuestiona lo que él llama "falta de interés y de visión de las administraciones catalanas". Pero la lista es más larga. Nazario, Mariscal, Juan Estrada, Isa Feu, Roger Subirachs, Antonio Pàmies, Salvador Costa, Montesol, Jordi Socias, Pepichek, Farry, o el archivo de la revista Star. Todos ellos están vinculados estrechamente a Catalunya, pero han decidido que sus archivos se vayan fuera.
En resumen, hay que seguir con el proceso de recuperación iniciado por el MNAC, pero no es suficiente, hace falta hacer más, hace demasiados años que estamos bajo mínimos. Es necesaria una apuesta seria por la cultura de nuestro país por parte de las administraciones. Quien pierde sus orígenes, pierde su identidad.