En la obra de Peter Halley (Nueva York, 1953), la geometría se transforma en una crítica al aislamiento y la rigidez del mundo contemporáneo, que a través de celdas rectangulares y texturas industriales, convierte a lo abstracto en una reflexión sobre la arquitectura del poder y el aislamiento social. Esta capacidad de utilizar formas aparentemente simples para abordar temas complejos se hace evidente en 'The Long Game', una exposición que marca un nuevo hito en la relación de más de tres décadas entre el artista estadounidense y la galería Senda.
Inaugurada el 12 de diciembre, la muestra es un homenaje a esta fructífera colaboración y al mismo tiempo una invitación a reinterpretar el espacio expositivo. La monumental pintura que da nombre a la muestra es una obra de casi cinco metros de anchura, creada por en la exposición, que parece expandir las icónicas celdas de Halley y que contrasta con una serie de ocho cuadros de pequeño formato.
'The long game', Peter Halley (2024)
Con 'The Long Game', Halley transforma físicamente el espacio, y como a lo largo de su trayectoria, explora el impacto psicológico del entorno urbano y digital. Su visión, a menudo descrita como distópica, reinterpreta las raíces del abstracción geométrica. Allí donde los pioneros de esta tradición buscaban una racionalidad utópica, Halley ve una metáfora del control social y de la alienación, un tema recurrente desde que se dio a conocer a mediados de los años ochenta como figura destacada del Neo-Conceptualismo.
Esta exposición coincide con la retrospectiva 'Peter Halley en España', en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, que reúne obras emblemáticas de colecciones públicas y privadas, incluyendo instituciones como el Museo Reina Sofía, quien ya le dedicó una retrospectiva en 1992.
Senda es la primera galería de Barcelona en presentar las obras de Halley con 'The Long Game', una exposición que reafirma la vigencia de su lenguaje artístico que sigue desafiando a las estructuras.
'Orange prison', Peter Halley (2024)