Cuando Fdez-Pinedo llegó a Zanzíbar, el objetivo no era captar la belleza de postal o retratar rostros anónimos, sino sumergirse en la explosiva vida visual y cotidiana de la isla. Y así lo demuestra en Retratos de Zanzíbar. ', su última exposición, que ya hace unas semanas se instaló en la Pigment Gallery de Barcelona , después de una destacada aparición en la feria Estampa Madrid.
Fdez-Pinedo explora la esencia dinámica y en movimiento de la vida urbana en Zanzíbar, donde el artista encontró una fuente inagotable de ritmos, colores e historias. Cada tela muestra escenas llenas de vitalidad y fugacidad.
Fdez-Pinedo describe el proceso como una relación de curiosidad que va más allá de lo evidente: "Después de varias visitas a la isla, sentía la inquietud de que escondía algo que debía nutrirme. Después de estar pintando- algunas semanas, no acababa de ver claramente qué era lo que me atraía plásticamente. su gente, las vestimentas, etc., son algo bonito y nuevo. Pinté algunas obras que me dejaban impasible, no reflejaban lo que buscaba, no era éste el motor, ni ese tipo de energía que me hacía seguir reflexionando atraído por 'nosequé'."
Escenarios donde los niños juegan, los pescadores descaman pescado y el aire lleno del aroma del mar, el sol y la arena. Este dinamismo imparable es, para Fdez-Pinedo, un tesoro de imágenes espontáneas que se deshacen y se recomponen en un ciclo infinito. El artista explica que este movimiento constante –de los habitantes, de las nubes, de la luz– genera texturas y escenas que él intenta convertir en cuadros que reflejen esa energía cruda e inacabada.
Abierta al público hasta el 2 de diciembre, la exposición ofrece una mezcla de recuerdos visuales, emociones e intuiciones, colores vivos y luces que evolucionan. Un tributo a una forma de vida que se vive en la calle, a una sociedad que cambia como lo hace la luz a lo largo del día, un paisaje cromático único.
'Retratos de Zanzíbar', Fdez-Pinedo. © Pigment Gallery