Hay retornos que trascienden el simple regreso a casa, y eso es lo que encontramos en 'Retorns', la última exposición de Eva Llorens (Girona, 1970). Esta creadora, inmersa en una exploración de su propia esencia artística, ha aprendido a mirar más allá de las formas reconocibles. En las salas Martí i Pol y Mercè Huerta de la Fundación Valvi (Girona) , Llorens presenta un conjunto de obras recientes que se podrán visitar hasta enero, fruto de una investigación profunda e introspectiva que refleja su evolución pictórica. En este proceso, la abstracción toma las riendas, liberando la pintura de cualquier temática explícita.
'Retorns' marca una nueva etapa para el artista después de una estancia de ocho años en Nueva Zelanda, donde se sumergió en una fusión de estilos y se dejó llevar por su instinto, en un cuerpo a cuerpo con el color y la luz. Eva Llorens no pinta para capturar la realidad; pinta para reencontrarse con ella. Como dice ella misma: “No busco la perfección ni la semejanza, sino la aceptación y esencia de las cosas. Para mí la pintura es ir y volver, tantas veces como haga falta, para poder, por fin, reencontrarse.”
Un viaje hacia un universo subjetivo de luz y color, donde la realidad se descompone y se reconstruye, y la pintura se convierte en un camino de regreso hacia uno mismo.
La inauguración, el próximo 12 de noviembre, incluirá una conversación con el artista, Maguí Noguer y Germina Bastardas, a las 7 de la tarde.
'Retorns', Eva Llorens.
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