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Exposiciones

La modernidad frágil de la Alemania de Weimar

Los peligros de una sociedad aparentemente progresista del período de entreguerras, en el CaixaForum de Madrid.

'El segle XX', Sándor Bortnyik (1927). © Museu Nacional Thyssen-Bornemisza
La modernidad frágil de la Alemania de Weimar
Nora Barnach madrid - 08/11/24

En CaixaForum Madrid, la exposición 'Tiempos inciertos. Alemania entre guerras' evoca la memoria de una época llena de contradicciones y de creatividad desenfrenada. Esta muestra invita a sumergirse en los años convulsos de la República de Weimar, un período marcado por un intenso fervor cultural en el que el arte, la política y la sociedad coexistían en un equilibrio frágil e inestable.

La muestra, que cuenta con más de noventa obras cedidas por instituciones como el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el IVAM de Valencia y museos alemanes como el Stadtmuseum, permanecerá abierta hasta febrero, cuando se expondrá en Barcelona. Se trata de un viaje histórico y una disección crítica del proceso que llevó a la República de Weimar a un cambio radical.

La Gran Guerra dejó a una Alemania humillada, desconcertada, y sus instituciones en el límite del colapso. Sin embargo, esto hizo nacer un experimento social y político basado en ideales de razón e igualdad, que no tardó en mostrar una cara muy diferente, donde la modernidad, desde las esculturas de Käthe Kollwitz hasta las pinturas de Otto Dix , se mezclaba con una tensión social que estallaría en el ascenso de movimientos extremistas.

La modernidad frágil de la Alemania de Weimar 'Hugo Erfurth amb gos', Otto Dix (1926). © Museu Nacional Thyssen-Bornemisza

En la muestra del CaixaForum, el ambiente burgués de la época es evocado a través de un salón que recrea el universo de la novela Los Buddenbrook de Thomas Mann , donde suena La consagración de la primavera de Stravinski , que anticipa el caos inminente. En este espacio simbólico, la pieza nos avisa del horror que se avecina, un preludio para un recorrido intenso que incluye un pasillo claustrofóbico, delimitado por altos muros que evocan las trincheras de la Primera Guerra Mundial.

Otro punto fuerte de la muestra es el espacio dedicado a la Bauhaus , símbolo icónico de innovación que redefinió el vínculo entre la estética y la funcionalidad. La exposición dedica un espacio destacado a esta escuela revolucionaria, donde pueden verse objetos diseñados por Walter Gropius, como sillas y luces que mantienen su modernidad cien años después, acompañados por obras de figuras esenciales como Paul Klee y Kandinski. Esta unión de arte y práctica fue vista por el nazismo como una amenaza ideológica, lo que acabaría provocando el cierre de la Bauhaus en 1933, un año de transición fatídico para el arte y la libertad creativa en Alemania.

La modernidad frágil de la Alemania de Weimar Autoretrat a l'estudi Bauhaus Dessau, Gertrud Arndt (1926). © Gertrud Arndt

La muestra incluye fragmentos de películas primordiales del expresionismo alemán, como Metrópolis (1927), de Fritz Lang , que advierte sobre el sometimiento del individuo a la masa al servicio de un líder, y El gabinete del doctor Caligari (1920), de Robert Wiene , que explora la pérdida de voluntad y autonomía personal. Se muestran también imágenes de las multitudes durante la Revolución de Noviembre, que dieron lugar a la República de Weimar y al período de transformación radical que siguió.

Tal y como señala el comisario Pau Pedragosa , "los tiempos inciertos despiertan monstruos", en una clara alusión a nuestro presente, como el resurgimiento de la extrema derecha en Turingia el pasado mes de septiembre. Esta coincidencia con las elecciones de 1924, en las que el partido de Hitler accedió al parlamento por primera vez, es una alerta inquietante sobre cómo la historia puede seguir patrones inesperados y peligrosos.

La muestra es un recordatorio incómodo y nos revela cómo, entre el brillo y el abismo, el progreso y la barbarie, los tiempos de incertidumbre pueden empujarnos hacia caminos en los que parece que los errores pasados se repiten. Sin duda, la República de Weimar fue una época vibrante pero tumultuosa, que hoy resuena como un eco con preocupantes paralelismos en nuestro contexto actual. Al igual que entonces, la incertidumbre parece dispuesta a despertar monstruos, como los de la segunda victoria de Trump en Estados Unidos.

La modernidad frágil de la Alemania de Weimar 'Llegaré a tal extremo' de la carpeta Die Räuber, George Grosz (1992). © IVAM

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