Entrar en una sala de exposiciones y darse cuenta de que nada funciona como esperas: ni los caminos de acceso, ni la señalización, ni siquiera lo que se espera de tu cuerpo. Esto es precisamente lo que Helena Vinent presenta en 'Accident', una propuesta de desconexión de la normalidad donde lo establecido se rompe. En el Espai 13 de la Fundació Joan Miró, esta exposición desafía las normas capacitistas que suelen regir el espacio artístico.
Abierta al público hasta el 19 de enero, 'Accident' cuestiona el rol pasivo del público y convierte la diferencia en el centro de una experiencia inmersiva que redibuja el acceso a los espacios museísticos. En diálogo con el discurso crip-queer, Vinent se mueve hacia un anticapacitismo de carácter punk, donde los cuerpos disca -como reapropiación política del término discapacidad- dejan de ser una presencia aislada y se erigen en “accidentes” que sacuden las normas del espacio convencional.
A través de acciones transgresoras de un grupo de personas disca, la exposición 'Accident' interrumpe la normalidad y desafía la percepción de los cuerpos disca como figuras sumisas e inofensivas. Con una coreografía de obstáculos que incluye muros y escaleras, la experiencia resulta tanto física como sensorial. Uno de los elementos más destacados es una pieza sonora ubicada en un ascensor, que reinterpretando las guías audiodescriptivas tradicionales, ofrece una narración que no busca mediar sino desorientar. Así, se consigue sumergir al visitante en una confusión que invita a explorar lo inexplicado, alejándose de la comprensión normativa y abriendo la puerta a nuevas perspectivas sobre el espacio artístico.
'Accident' a l’Espai 13 de la Fundació Joan Miró.
Las didascalias (o transcripciones de sonidos no verbales) son otra propuesta de Vinent, que explora el margen de interpretación de un mundo de oyentes a un contexto sin sonido, convirtiendo su condición de persona sorda en un motor creativo que desco ·loca. Así, la traducción incompleta da lugar a la imaginación y al mismo tiempo el artista rechaza la presión capacitista de comprenderlo todo. El espacio de exposición se convierte en tenso y vibrante, con materiales blandos suspendidos que actúan como contrapunto en un diálogo de alternativas y confrontación.
Con esta exhibición, Helena Vinent transforma los cuerpos disca en agentes activos que desafían los marcos previsibles y establecen una presencia incómoda, pero inevitable, un desafío contra la narrativa dominante que a menudo infantiliza y subestima a las personas con diversidad funcional. Asimismo, cierra de forma reivindicativa y rupturista el ciclo de cuatro exposiciones 'Nos acompañaremos cuando oscurezca', comisariado por Irina Mutt, que exploró la interdependencia y los nuevos códigos de relación con el mundo, y celebró el espacio como un terreno de experimentación, fomentando la pluralidad de experiencias evitando filtro normativo.
En definitiva, 'Accident' te hace una interpelación directa: en los cuerpos no discapacitados nos pide que reflexionemos sobre nuestra posición, que cuestionemos los privilegios con los que a menudo nos movemos por espacios que se consideran accesibles sólo para algunos y los cedemos. Al mismo tiempo, ofrece a todas las identidades a menudo ignoradas por el arte y sus espacios una verdadera invitación a transitar por ella con libertad, a ocupar el espacio y hacerlo suyo sin concesiones. Quizás ceder parte de esos privilegios que damos por hechos es, al final, una forma de solidaridad más necesaria que nunca, una apuesta por crear vínculos que desafían la rigidez de lo que entendemos por normalidad.
'Accident', Helena Vinent