Muere Benet Ferrer, maestro de la cerámica conceptual

El pasado 6 de octubre, Benet Ferrer, nacido en Sabadell el 25 de abril de 1945, falleció a los 79 años. Artista inquieto, trascendió la artesanía tradicional y convirtió la cerámica en una poderosa herramienta de expresión crítica y conceptual. Sus obras de barro, que a primera vista parecían simples objetos funcionales, se transformaron en profundas reflexiones sobre el mundo que le rodeaba, elevando el objeto cotidiano a una propuesta artística llena de significado y cuestionamiento.

Desde muy joven, Ferrer rompió con las vías convencionales, dejando atrás los estudios de peritaje mercantil para sumergirse en el mundo del arte. Se formó en la Escuela Industrial de Artes y Oficios de Sabadell y en la Escuela Massana de Barcelona, donde acabó ejerciendo como docente. En ese contexto, Ferrer se unió a los movimientos de vanguardia que emergieron en los años sesenta, buscando dinamitar el panorama cultural dominado por el franquismo y abriendo nuevos caminos en el arte contemporáneo.

A lo largo de esta década, formó parte del Grup Gallot, un colectivo dedicado al arte abstracto y gestual, junto con otros artistas sabadellenses como Antoni Angle y Alfons Borrell. En colaboración con figuras como Francesc Bellmunt y Tomàs Pladevall, participó en proyectos innovadores como los Miércoles musicales en la radio y en la creación de cortometrajes experimentales como 'Lentiplastic cromocoli selecto serpentigraf', consolidando su imagen como creador crítico y provocador .

Ferrer, en una exposició a la sala Vinçon (1974)

En el campo de la cerámica, inspirado por artistas como Picasso y por los siurells mallorquines, empezó a experimentar con el barro, creando obras que jugaban con la distinción entre lo real y lo aparente. Sus creaciones impactaron fuertemente en la escena artística catalana y fueron expuestas en espacios de prestigio como la Sala Tres de Sabadell, la Vinçon de Barcelona y el Centro de Arte Santa Mònica. También participó en exposiciones internacionales, como en la Cornerhouse de Manchester en 1994, consolidando su reputación dentro de los círculos artísticos de vanguardia. Miembro del Colectivo "G", Ferrer contribuyó a redefinir el lenguaje del objeto en el arte contemporáneo, siempre con una mirada crítica y profunda hacia lo cotidiano.

En su etapa más reciente su obra ha sido revisitada en diversas exposiciones. Destaca 'Metafísicas de la fragilidad' en la Fundación Vallpalou en 2021, donde el barro se presentaba como una metáfora de la fragilidad humana. También estuvo presente en la Colección Tous del MACBA y en su última exposición 'Un encuentro inesperado', junto a Josep Madaula, en la Academia de Bellas Artes de Sabadell, el mismo lugar donde había iniciado su camino artístico .

Además de la cerámica, Benet Ferrer cultivó la pintura y la escultura. Sus obras pictóricas, caracterizadas por colores intensos y formas geométricas, y sus esculturas públicas, como el 'Monumento a Campoamor' en el Paseo del Comercio y 'Barda' en la plaza de Josep Rossell en Sabadell, se han convertido en parte del paisaje urbano.

El legado de Ferrer es un legado de reflexión, provocación y profunda investigación artística que transformó la cerámica en un lenguaje conceptual.

'Galleda vermell collage', 1976