Hoy en día cuesta ver animales en los espectáculos de circo por la prohibición vigente en muchos sitios.
Del 19 al 28 de enero se celebró en Montecarlo el 46º Festival International du Cirque y el 11º New Generation, donde se festejó el cincuentenario del festival y el centenario del nacimiento del príncipe Rainier III, que es quien impulsó el festival en el lejano 1974. En Montecarlo, se ven las dos tradiciones históricas del circo: los caballos y los saltimbanquis, junto a los tradicionales espectáculos de leones, elefantes o animales de la granja. Tres generaciones Gruss han presentado equilibrios a caballo, pirámides de hombres sobre animales en movimiento, amazonas de gran nivel y el gran Maestro, Alexis, que con 80 años hizo piruetas en el aire en medio de la pista con su caballo de Artagnan.
Los clowns de Oro fueron para los Gruss, los elefantes de la familia Errani y la pareja italiana Kolev Sisters, de 22 y 24 años, que ejecutaron un mano a mano, una disciplina habitualmente masculina, llena de fuerza y flexibilidad, un levantamiento repetido con las piernas en el suelo que dejó al público boquiabierto y entusiasmado.
En París, del 25 al 28 de enero, se pudo ver el 43 Festival Mondial du Cirque de Demain, una celebración del circo más actual, hecho de acrobacia, gimnasia, danza, armonía, equilibrio, imaginación y acierto.
Las escuelas de circo, numerosas en toda Europa y en Francia en particular, forman cientos de artistas que alimentan el festival parisino. El gran premio fue para la italiana Marica Marinoni, que con un número de rueda Cyr sedujo y entusiasmó al público por la originalidad y la belleza artística de su relación con la rueda, que habitualmente en estos números sólo hace que girar y girar.