El negro se produce cuando un objeto absorbe todas las longitudes de onda de los colores. Es un color puro, es ausencia de luz. En la exposición Vestides de negre se muestra el abanico de aplicaciones de este color para la indumentaria femenina en un recorrido por tres ámbitos bien diferenciados. El Museo Marès de la Punta, de Arenys de Mar, ha querido dar continuidad a la exposición Vestidos para la ocasión, sobre ritos de paso, con una muestra sobre las diferentes connotaciones que tiene el negro en la vestimenta: elegancia y distinción, manifestación del luto, y rebelión y oscuridad.
La elegancia y sobriedad en la moda femenina están estrechamente ligadas al color negro. La mayoría de diseñadores coinciden en pensar que es su quinta esencia. La moda del color negro nació con fuerza en la corte de España y se extendió por toda Europa hasta el siglo XVIII. En los años de 1860 se descubrió un colorante artificial, el negro de anilina, que enseguida se popularizó. Por la resistencia a la luz, el roce y los lavados, se ganó el apelativo de inquebrantable en plena época victoriana. Pero la mayor revolución en la moda del negro fue la creación del little black dress, de Coco Chanel, que creó el concepto de pequeño traje monocromo para la mujer elegante.
Las mujeres también vestían de negro para significar los períodos de duelo por la muerte de un familiar cercano. En la exposición podemos encontrar indumentaria y, a la vez, complementos: guantes, abanicos y mantillas que tienen una gran complejidad técnica y una alta calidad artística. En materia de complementos, la mantilla toma un especial relieve como prenda ricamente trabajada y requisito indispensable para asistir a la iglesia en determinadas celebraciones.
Por último, el negro también simboliza el mal y la oscuridad, la oscuridad. A partir de la crisis del año 1000, toma una connotación negativa y son muchas las representaciones del diablo y el maligno en color negro. En relación con la mujer, a finales del siglo XIX al XX muchas artistas visten de negro absoluto para dar vida a la figura de la femme fatale sobre el escenario. El negro se emplea también para distinguirse de la sociedad y crear una identidad propia. Es el caso de las tribus urbanas, que visten de negro para fomentar el sentimiento de pertenencia a un grupo. La exposición cierra con dos conjuntos de indumentaria de los diseñadores contemporáneos Eli Conde y Xelis Luances. Asunta Dangla