El Bòlit. Centro de Arte Contemporáneo de Gerona inaugura el 7 de junio a las 18.30 h. la exposición Forats para hacer un réquiem que reúne obras de cabosanroque y Miquel García. Comisariada por Ingrid Guardiola y Meritxell Ferrer, habla de las fosas comunes del franquismo, un tema que vuelve a estar en el debate público debido a la negativa de algunos gobiernos autonómicos, formados por partidos de derecha y de extrema derecha, de aplicar la ley de la memoria democrática 20/2022.
Esta exposición, que podrá visitarse hasta el 13 de octubre de 2024, parte del interés de los cabosanroque por las fosas del franquismo, en concreto, por el convoy del 23 de marzo de 1959 que llevaba 179 cuerpos exhumados en la provincia de Girona en el Valle de los Caídos (actualmente Valle de Cuelgamuros). Su búsqueda se conectó con la serie Exhumaciones de Miquel García y todo su extenso trabajo sobre la memoria democrática, ya fuera emplazada en la Segunda Guerra Mundial o en la Guerra Civil Española. Ambas piezas crean una red de memoria. En el caso de cabosanroque se ha trabajado a partir de 19 municipios de las comarcas gerundenses donde se han encontrado las fosas comunes de las que salieron los cuerpos, de los cuales 9 colaboran directamente con el proyecto. En el caso de Miquel Garcia con la Asociación Pro-Memoria a los Inmolados por la Libertad en Catalunya, una entidad para mantener vivo el recuerdo de los republicanos ejecutados por el franquismo en Catalunya por razones políticas e ideológicas.
Así pues, la exposición cuenta con dos obras, una de cabosanroque y otra de Miquel García. Ambas piezas crean una red de memoria. Los cabosanroque han trabajado a partir de 19 municipios de las comarcas gerundenses donde se han encontrado las fosas comunes vinculadas al proyecto. Miquel García ha colaborado con la Asociación Pro-Memoria a los Inmolados por la Libertad en Cataluña.
La memoria pide una política comprometida con la cultura del recuerdo. No se pueden ejecutar políticas locales o nacionales descabezando las tramas subterráneas que dan sentido y forma a cada lugar. Territorializar la cultura en el espacio es importante, es decir, establecer vínculos, afectos y proyectos en territorio compartido; pero también en el tiempo: estas “otras” alianzas. Los fallecidos también hacen cultura, son nuestro sustrato sentimental, intelectual y moral.
cabosanroque. 22 hoyos para hacer un réquiem, 2024
22 hoyos para hacer un réquiem es un oratorio laico que visualiza y da cuerpo sonoro al desvanecimiento de estos cuerpos y sus respectivos nombres enterrados en fosas comunes de la demarcación de Girona. El entierro borra su identidad: primero separando el cuerpo del nombre, y, finalmente, derrumbando el cuerpo. Su posterior traslado y la inhumación a la cripta del Valle, acaba por abolir el límite físico de cada cuerpo, al fundirse con los cimientos en descomposición de la propia arquitectura y con el cuerpo contiguo del monumento, donde nacionales y republicanos se difuminan. Formalmente, es una instalación audiovisual que se construye a partir de dos representaciones complementarias sobre el silencio contenido en los 22 hoyos excavados en el suelo. Por un lado existe un conjunto de pesos con tierra extraída de los lugares donde supuestamente había habido cada fosa. El peso de la tierra de cada agujero genera una nota sobre una cuerda. Por otro, están los silencios de los vídeos grabados en cada agujero. Con estas notas y silencios se ha compuesto un oratorio contemporáneo, en memoria de los 179 nombres que nunca podremos decir. Desde Bòlit se acompañó la investigación de cabosanroque para localizar los emplazamientos exactos de las fosas en los diferentes bancos de memoria: el del Ministerio, el de la Generalitat, el del Archivo de Girona, el del Archivo Municipal y los registros de la Guardia Civil. La investigación ha contado con la colaboración de la historiadora Queralt Solé y el apoyo del Memorial Democràtic. Tanto el número de cuerpos, como la ubicación de la fosa cambiaba según las distintas bases de datos. Este baile de cifras y ubicaciones habla por sí mismo, denota la complejidad de la memoria. Las fosas que no estaban emplazadas en el cementerio no se localizaron. Ante esta falta de información, los artistas han tomado una decisión simbólica y subjetiva del lugar en el que se ha localizado el “agujero”. En la investigación también se habló con alcaldes y concejales/as de los distintos municipios. Algunos respondieron con ganas de colaborar, otros no querían saber nada del pasado.
Miguel García. Exhumación nº. 2, 2024
El artista empezó la búsqueda del proyecto Exhumaciones en 2019. La primera “Exhumación” se produjo en 2021 en Valencia, donde presentó una lista con 5.308 registros de víctimas de la represión franquista enterradas en fosas comunes en el País Valenciano. La lista fue intervenida con pintura termosensible que se desvelaba con la fricción de la mano de los familiares de la Plataforma de Asociaciones de Familiares de Víctimas del Franquismo de las Fosas Comunes de Paterna. Esta metodología, de carácter físico, filosófico y memorialístico, la aplica a toda la serie de Exhumaciones. La acción se llevó a cabo en el terruño conocido como el Paredón de España, donde los franquistas fusilaron a 2.238 personas y las enterraron en fosas comunes, en el cementerio de Paterna.
Exhumación nº. 2 es una obra multidisciplinar que combina pintura, performance y vídeo para la realización de una exhumación simbólica. La obra presenta una lista impresa con más de 5.000 personas enterradas en fosas comunes en Cataluña. El contenido de la lista ha sido tapado con una pintura termosensible de color negro que impide su lectura. Para reproducir la acción de extraer a la luz lo ocultado, se invitó a la Asociación Pro-Memoria a los Inmolados por la Libertad en Cataluña a participar en el proyecto ya activar la lista. La acción se realizó en el Fossar de la Pedrera de Barcelona, donde se inhumaron 1.717 personas entre los años 1939 y 1952, de las cuales 1.686 fueron fusiladas en el Camp de la Bota, 8 en los fosos del castillo de Montjuïc y 23 van ser ejecutadas con el garrote vil en la cárcel Modelo de Barcelona. Las familias de las personas ejecutadas desvelan los datos de sus parientes frotando la pintura negra. Mediante el calor humano sus datos vuelven a salir a la luz. Para realizar la pieza, Miquel García recibió la ayuda de Girona Crea y el Memorial Democrático, además de la producción del Bòlit. Actualmente, el artista está desarrollando la investigación para realizar Exhumación núm. 3 en la ciudad de Madrid.