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Reportajes

Patrimonio vs. contemporaneidad en el Museo del Diseño de Barcelona

La remodelación de la colección enfrenta visiones de tradición e innovación en un intenso debate público

Patrimonio vs. contemporaneidad en el Museo del Diseño de Barcelona

La propuesta de cambio de la colección permanente del Museo del Diseño, liderada por José Luis de Vicente, ha desatado un intenso debate entre los defensores de preservar el patrimonio y aquellos que buscan una renovación contemporánea. La controversia se ha expandido en el marco local haciendo que más de una quincena de instituciones académicas y fundaciones catalanas se adhieran a un manifiesto en defensa del Museu del Disseny en su forma actual.

Pese a las críticas, José Luis de Vicente sigue con su proyecto, aunque muchos detalles, como la cantidad de piezas expuestas y la cronología, se mantienen en secreto. Esto ha generado mayor incertidumbre y desconfianza entre los opositores, que ven la falta de transparencia como una señal preocupante.

A medida que la polémica continúa, la identidad y la dirección del Museu del Disseny se encuentran en un momento de definición, con incertidumbre sobre su futuro como institución cultural relevante en Barcelona.

En este contexto, Bonart ha querido consultar la opinión de algunos de los críticos y gestores culturales locales para conocer de cerca el estado de opinión del sector frente a esta polémica.

¿Cuál es su opinión al respecto sobre la polémica del Museo del Diseño en Barcelona con la remodelación de la colección, liderada por el nuevo director José Luis Vicente?

Conxita Oliver: La polémica iniciada tiene como objetivo preservar las colecciones patrimoniales del Museo de las Artes Decorativas, el Museo de Cerámica, el Museo Textil y de Indumentaria y el Gabinete de las Artes Gráficas, producto de grandes colecciones y donantes atesorada desde el siglo XIX hasta la fecha. Es fundamental conjugar la conservación y exposición del patrimonio con la creación contemporánea. El sector ha entendido que se trata de un desmantelamiento de la exposición permanente de carácter historicista para enfocar los criterios hacia la realidad actual del mundo del diseño y la cultura digital.

Joan Maria Minguet: Mi primera reacción es de asombro. El sector casi nunca se posiciona sobre los proyectos museográficos ni los procesos de dirección de los museos públicos. Y, sin embargo, aquí la parte más conservadora del sector estalló con una virulencia digna de mejores causas. Quiero recordar que esta parte más conservadora del sector no dijo nada cuando la anterior directora del equipamiento (cargo otorgado por el alcalde Xavier Trias sin concurso público) convirtió al Museo del Diseño en un museo de artes decorativas donde, justamente, el diseño, tan importante en la visualidad rompedora de los años 60-70 del siglo XX, quedaba menospreciado.

Albert Mercadé: No se ha remodelado una colección, se ha retirado una colección de lo que hasta el pasado año había sido un museo. ¿Os imagináis un gesto así en el Victoria and Albert Museum o en el Museo del Diseño de París o en la Triennale de Milán? Se ha sustituido una idea de museo, basada en la alternancia entre una riquísima colección de diseño y la innovación, por otra de centro de diseño e innovación tecnológica; que por presión social contará de vez en cuando con el patrimonio, pero es un cambio muy grande de paradigma. Y la responsabilidad no es del director, que aplica un programa ganado en un concurso, sino de quien lo ha convocado y escogido. No podemos ir cambiando de paradigma en función del viento político que sople, esto es de país muy pequeño. En museos de referencia, no deben producirse roturas radicales cuando cambian las direcciones: deben aportar nuevas ideas y enriquecer el importante sustrato de base, creado a partir del esfuerzo y el cuidado de generaciones de profesionales. Plantee lo que plantee el nuevo director, creo que el gesto de retirada de las colecciones permanentes, es un gesto muy irrespetuoso con todo el trabajo realizado hasta ahora.

¿Cómo ha sido el proceso seguido por el museo para tomar esa decisión? ¿Se han tenido en cuenta las opiniones de los coleccionistas, artistas y miembros de la comunidad?

CO Creo que no se ha hecho un trabajo compartido con la comunidad y se han tomado decisiones unilaterales. Hay que buscar consensos y realizar procesos participativos.

JMM ¿Por qué un director que ha ganado un concurso democrático, con un jurado especializado, debe conciliar su proyecto con el mundo exterior? O, mejor explicado, por qué hay gente que quiere decidir cómo debe ser el Museu del Disseny sin haberse presentado a ningún concurso y, en cambio, no se exige lo mismo respecto a la dirección del MACBA, por decir un ejemplo. Deberíamos ser más coherentes. O se hacen foros para pensar en todos los museos públicos de Catalunya o dejamos que los profesionales que han ganado una plaza con procesos democráticos puedan llevar a cabo sus proyectos. Y, si se ve que son un desastre, entonces se protesta.

AM Estoy convencido de que el director actual, que viene de un ámbito específico del diseño contemporáneo en Barcelona, representa una corriente de pensamiento que cree que Barcelona necesita un centro de diseño y creación contemporánea puntera en el mundo, muy ligada a la tecnología ya la cultura digital; como no lo he visto dando explicaciones ni abriéndose a las asociaciones artísticas, deduzco que está poco interesado en saber la opinión de quienes piensan diferente como él.

JMM Desgraciadamente, en toda esta polémica se ha dejado de lado el poder dictatorial que ha ejercido el concejal de cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcé. Es lo más lamentable de todo: en vez de exigir la neutralidad del poder político, se ha aceptado que él decida arbitrariamente cosas que no le corresponden y casi nadie le ha mencionado. Tampoco cuando convocó una reunión para hablar del museo en la que no dejó que el director del museo se contara. Muy lamentable.

¿Cuál cree que es la visión de futuro del museo del nuevo director?

CO La visión del concejal y del nuevo director es hacer del DHub la casa de las industrias creativas de la ciudad y la sede de espacios articuladores como el FAD o el BCD.

JMM No lo sé, no he leído el proyecto por el que ganó un concurso democrático (nada de designaciones directas, que abundan todavía) para ser director del museo. Desconozco si todos los que se han manifestado en su contra han leído su proyecto.

AM Las sensaciones que da es que es un profesional muy interesado en las nuevas tecnologías del diseño y su capacidad de activación reflexiva del pensamiento contemporáneo. Viene del mundo del Sónar, del Off, y por tanto es esperable que se siga este modelo. Pero cabe esperar.

Esta polémica y los cambios realizados, ¿qué impacto tendrán en la identidad y reputación del museo?

CO Si no se conforma un proyecto más integrador que atienda a las dos misiones, la fundacional y la contemporánea, el impacto puede ser muy negativo. No puede dejarse de lado la memoria histórica de las artes decorativas porque ésta fue la misión que se marcó cuando nació de este museo.

JMM Me parece que hay una pregunta previa: ¿el museo hasta ahora había alcanzado una identidad propia o una reputación con su concepción, en mi opinión, conservadora? A mí creo que no mucho: ni internacionalmente ni en la vida cultural barcelonesa. El Museo de Artes Aplicadas de Viena (el MAK), por ejemplo, hace convivir las artes del objeto del pasado con las acciones más contemporáneas, pero con unas mismas presentaciones formales avanzadas y nada ramplones.

AM Como museo perderá reputación internacional seguro, ya que un museo por esencia trabaja a partir de sus colecciones, que ya no están. Como centro de diseño y experimentación, en cambio, es muy probable que coja más vuelo internacional. La cuestión es saber qué queremos: ¿queremos un museo, un centro de innovación creativa o ambas cosas?

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Conxita Oliver es licenciada en Historia del arte por la UB y miembro destacada de diversas asociaciones de críticos de arte, ha ejercido como crítica en medios diversos y ha ocupado varios cargos de gestión cultural en Cataluña. Ha publicado extensamente sobre arte contemporáneo, comisariado múltiples exposiciones y ha estado involucrada en la valoración y catalogación de colecciones artísticas públicas y privadas. Ha recibido reconocimientos como el Premio GAC a la Crítica de Arte 2022.

Joan Maria Minguet Batllori , fue profesor de Historia del Arte Contemporáneo y de Historia del Cine en la Universidad Autónoma de Barcelona desde 1993 hasta 2019. Lideró la Asociación Catalana de Críticos de Arte entre 2010 y 2016 y ha contribuido ampliamente en investigación, comisariado y crítica artística. Su estudio se centra en las vanguardias del siglo XX, incluyendo figuras como Joan Miró y Salvador Dalí, así como la intersección entre la cultura alta y la cultura de masas.

Albert Mercadé es historiador y crítico de arte, actual director artístico de la Fundación Arranz-Bravo y comisario del Distrito Cultural de L'Hospitalet. Ha sido docente de teoría del arte en la Universidad Pompeu Fabra y en Eina. Mercadé es autor de varios estudios sobre figuras como Antoni Tàpies y Joan Rebull, y ha comisariado numerosas exposiciones en prestigiosos centros y fundaciones. Regularmente, contribuye a publicaciones como El Tiempo de las Artes y Bonart.

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