El Museo Würth La Rioja presenta la exposición Georg Baselitz, obras en la Colección Würth. Georg Baselitz es uno de los artistas fundamentales del Arte Contemporáneo internacional; su obra ha influido decisivamente en el desarrollo del Arte Actual y forma parte de las colecciones públicas y privadas más importantes de todo el mundo.
La Colección Würth es una de ellas, y la sección de obras de Baselitz es especialmente relevante en lo que se refiere a la producción del artista de los últimos veinticinco años. La exposición reúne algunas de las obras más significativas del artista dentro de la colección tanto en pintura como en escultura monumental y obra gráfica, y propone un recorrido desde su reciente obra (2020) hasta su temprana ( 1966).
Georg Baselitz, obras en la Colección Würth cuenta con 41 obras que recogen escultura monumental, óleos de gran formato y grabados de diferentes técnicas y épocas de su trayectoria artística. La exposición sugiere un recorrido desde su reciente obra a su obra antigua a través de obras escogidas de los fondos de la Colección Würth y permite comprender la figura de un creador incansable, que optó por una figuración sin concesiones , cruda y provocadora, y determinó la creación artística universal del siglo XX.
Georg Baselitz es una de las figuras fundamentales del arte internacional de nuestro tiempo. Su carrera se ha construido sobre un profundo conocimiento de la historia de la pintura y sobre una asombrosa capacidad para encontrar nuevos medios artísticos para confrontar los movimientos de vanguardia imperantes. Su trabajo es provocador y enérgico; irreverente en la forma, culto en las referencias, magistral en la ejecución y refinado en lo intelectual. Pero sobre todo es la plasmación de la pasión por la pintura como disciplina y de la reflexión, transversal a su obra, sobre el significado de la representación de la realidad en el arte.
Hans-Georg Kern nació en Deutschbaselitz, en Sajonia en 1938. Su trayectoria artística está atravesada por la historia alemana del siglo XX. Sólo tenía 7 años cuando terminó la 2a Guerra Mundial; su región quedó bajo dominio soviético; creció en los límites del control ideológico impuesto por el gobierno de la RDA. En 1957 ingresó en la Facultad de Bellas Artes y Artes aplicadas de Berlín Oriental, de la que fue expulsado dos semestres después por lo que llamaron "inmadurez sociopolítica"; se matriculó a continuación en la Facultad de Bellas Artes de Berlín Occidental, donde descubrió tanto el Arte Contemporáneo de su tiempo como la Historia del Arte Universal. En 1961 adoptó a Georg Baselitz, en referencia a su localidad de nacimiento, como nombre artístico. Ese mismo año se construyó el Muro de Berlín que separó a las dos Alemanias hasta que fue derribado en 1989. Su primera exposición individual, en 1963 fue considerada un escándalo, y dos de sus obras fueron incautadas hasta 1965 por inmoralidad; la connotación de escándalo y provocación fue asociada al nombre de Baselitz hasta bien entrados en los años ochenta, cuando ya se había convertido en un artista de gran reconocimiento internacional. Actualmente es uno de los artistas esenciales para entender el desarrollo de la Historia del Arte Contemporáneo del siglo XX.
En los años sesenta el panorama artístico internacional potenciaba los movimientos vinculados con la Abstracción, el Informalismo, el Minimalismo y el Art Pop en Occidente, y con el Realismo Social en los países de la órbita soviética. En este contexto, Baselitz llevó a cabo una reflexión propia sobre el sentido de la pintura en la que pretendía explorar la abstracción sin renunciar a la representación figurativa. Su solución fue invertir las imágenes, no en el resultado final, sino durante el proceso pictórico, de modo que lo figurativo fuera abordado, pintado, como algo abstracto. Los formatos monumentales y la técnica del artista que pinta (todavía hoy) en el suelo, aumenta el valor gestual, subjetivo y abstracto de sus obras y, sobre todo, reivindica el valor de la pintura por sí misma. Las obras invertidas son uno de los rasgos diferenciales y transversal de su obra, pero sólo una parte de una carrera de más de sesenta años. Desde los años ochenta, Baselitz trasladó su forma de abordar la pintura a la escultura, en un primer momento sobre madera y, posteriormente, fundidos en bronce intervenidos posteriormente con aceite, muchos monumentales. Con todo ello, el artista ha creado un cuerpo artístico incómodo que se enfrenta, desde su propia vida, a la Historia de Alemania y homenajea a todos sus referentes de la Historia del Arte Universal.