Apertura del nuevo edificio del VINSEUM - Museo de las Culturas del Vino de Cataluña

El nuevo edificio del VINSEUM - Museo de las Culturas del Vino de Cataluña abrirá al público los primeros espacios el 18 de mayo, en el marco de los actos del Día Internacional de los Museos. Serán el espacio de bienvenida, la tienda y la Plaça del Vi, un área de acceso libre donde se expone información de todas las regiones vinícolas catalanas, “como un ágora abierta donde la gente pueda empezar a descubrir qué esconderá el nuevo museo ”, ha destacado este martes el director del equipamiento, Xavier Fornos. Durante los días 18 y 19 se espera que pasen cerca de 2.000 personas. En paralelo a la apertura de la planta baja, se está ultimando el montaje del sótano y de las tres plantas superiores con la intención de inaugurar el 100% del equipamiento en octubre.

"Planteamos esta nueva planta baja como un espacio de acogida y bienvenida de un museo totalmente singular", ha apuntado Fornos en rueda de prensa, donde ha detallado que se ha descartado abrir ahora el sótano -a pesar de estar listo- porque es un área que se pondrá en marcha cuando se inaugure el equipamiento de forma completa.

Fornos ha resaltado que la planta baja reúne doce pantallas interactivas con información de todas las Denominaciones de Origen catalanas, así como un mapping de Cataluña "para explicar las cualidades del territorio como tierra de vinos, siempre con vocación nacional". La bautizada como Plaça del Vi también ofrece dos exposiciones tridimensionales y “los dos elementos monumentales más importantes del VINSEUM”: el mural de homenaje a la viña firmado por Pau Boada en 1960 y una prensa de vino gigante del siglo 1831, con más de cinco metros de alza y cerca de 5.000 kilos de peso.

El acceso a este nuevo espacio de bienvenida supondrá modificar la entrada histórica que el museo ha tenido durante 90 años. Sin embargo, el nuevo vestíbulo enlaza con las antiguas instalaciones del Palacio Real, donde se ubica la Taverna y el auditorio, “de forma que se ofrecen cerca de 1.000 metros cuadrados de acceso totalmente libre”.

Fornos ha garantizado que a partir de octubre ya estará operativo todo el equipamiento, que permitirá pasar de los 500 m2 expositivos que el VINSEUM tenía hasta ahora a ocupar 3.000 en cuatro plantas -tres superiores y una enterrada-. La superficie útil y espacios polivalentes pasarán de los 1.500 m2 que existían hasta ahora a prácticamente 5.000 m2.

Desde el Ayuntamiento de Vilafranca, la concejala de Cultura, Àngels Dalmau, ha asegurado que el nuevo VINSEUM "dimensionará el municipio a otro nivel, con el que se refuerza la capitalidad del vino". "Somos una capital que custodia el patrimonio de todas las DO catalanas", ha reafirmado Dalmau, que ha destacado que el museo vilafranquino pasará a ser "el más antiguo de Europa en materia de vinos y, al mismo tiempo, el más moderno de todos”.

Visitas programadas todo el fin de semana del DIM

El VINSEUM ha organizado turnos de visitas de 50 personas a lo largo de todo el sábado día 18 de 10 ha 24 h para mostrar los primeros espacios del nuevo edificio. Serán visitas de 30 minutos para las que es necesario reservar entrada gratuita, en un sistema que se repetirá el domingo de 10h a 14h. A partir del día 21 de mayo, y hasta octubre se mantendrá el acceso libre, pero también habrá una entrada de 3 euros que incluirá una copa de vino. También será a partir del 21 cuando se introduzca el servicio de audio-guía en catalán, castellano, inglés y francés.

Siete millones de euros para una reforma histórica

La inauguración del VINSEUM proyectada cara a octubre supondrá culminar una reforma histórica gestada hace casi 25 años. Aunque las primeras conversaciones políticas sobre la ampliación del equipamiento se remontan a 2000, no fue hasta 2017 que la obra se desatascó con una subvención del fondo FEDER. La financiación europea, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Vilafranca sumaron en ese momento los 4,5 MEUR necesarios para levantar el nuevo edificio.

Pese a la previsión era terminar la actuación en poco más de dos años, el proyecto ha encadenado un obstáculo tras otro. La aparición de una necrópolis del siglo XIV con un centenar de esqueletos, los restos de una bodega de los siglos XVII-XIX, diversas dificultades con las empresas constructoras, el estallido de la cóvida e impugnaciones por parte de las empresas aspirantes a realizar la musografía audiovisual han retrasado el calendario sistemáticamente.

Aparte de los 4,5 millones de euros para realizar el edificio, el nuevo VINSEUM se ha salido adelante con una inversión adicional de 3 millones para realizar la museografía. La financiación en su conjunto proviene de dos subvenciones FEDER, aportaciones de la Diputación de Barcelona y también del Ayuntamiento de Vilafranca.

Antes de cerrar el edificio histórico para empezar las obras y el traslado de las exposiciones, el museo recibía a unos 30.000 visitantes anuales, incluyendo los que se acercan a la nueva Casa de la Fiesta Mayor, gestionada por el VINSEUM. La aspiración es que el nuevo equipamiento atraiga a una media anual de 70.000 visitantes en pocos años.