El Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà) pondrá en marcha las obras del futuro Museo Thyssen este otoño y buscará mecenas que aporten financiación privada al proyecto. La primera fase de los trabajos incluirá toda la reforma interior del monasterio, parte del cual albergará las salas de exposición. El alcalde, Carles Motas, subraya que para este 2024 el consistorio dispone ya de 3,6 millones de euros (MEUR) procedentes de las aportaciones que han hecho Generalitat, Diputación y Estado. Ahora, la intención es conseguir financiación privada. Por eso, el Thyssen da un paso adelante e incorpora al exconseller de Cultura Ferran Mascarell como asesor general, con el objetivo de "poner músculo" y fortalecer la fundación con nuevos patrones.
Con la aprobación definitiva del proyecto por parte del pleno municipal, el futuro Museo Thyssen de Sant Feliu de Guíxols abre una nueva etapa. Ésta, ya centrada en el inicio de obras y en las diferentes fases que deben hacer posible que la colección de pintura catalana de la baronesa, enmarcada en los siglos XIX y XX, se exponga en el municipio.
De los 12 millones que cuesta el proyecto, el Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols ya ha ligado más de 5,5 repartidos en diferentes anualidades. De éstos, 2,1 MEUR les aporta la Generalitat; 1,2 millones más, la Diputación de Girona; 500.000 euros, el Ministerio de Cultura, y los 1,5 millones restantes vienen a través del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino. Aparte, el consistorio también está pendiente de que se resuelva la convocatoria del 2% Cultural, a la que concurrió.
De momento, con lo que ya está sobre la mesa, el alcalde avanza que para este 2024 "ya existe una disponibilidad presupuestaria de 3,6 millones" para el futuro Thyssen. Es dinero que permitirá hacer una excavación arqueológica más extensa en la plaza de la Abadía -donde se levantará el cubo que dará entrada al museo- y, ahora sí, sacar adelante la primera fase de obras del futuro Thyssen.
El objetivo del Ayuntamiento de Sant Feliu es que estos trabajos se pongan en marcha en otoño, entre los meses de septiembre y octubre. Permitirán reformar todo el interior del monasterio, parte del cual acogerá las salas de exposición, mejorar sus cierres y climatización y también instalar placas fotovoltaicas en la cubierta del Teatro Municipal (que son las que darán energía al Thyssen) .
A partir de ahí, el consistorio se fija en que el museo sea realidad a finales del 2026 (lo que retrasa un año las últimas previsiones). Carles Motas ya subraya, sin embargo, que las diferentes fases también irán en función de la financiación, porque el alcalde de Sant Feliu de Guíxols siempre ha sostenido que éste "es un proyecto de país", y que la aportación municipal irá en consonancia" en la de una ciudad de 23.000 habitantes".
Mascarell se incorpora como asesor
Aparte de las aportaciones públicas, el Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols también quiere implicar a los privados con el futuro museo. Por eso buscará mecenas para el proyecto. También, con la intención de fortalecer el patronato de la Fundación Thyssen. "El trabajo irá en dos vertientes; no sólo buscaremos financiación privada para las obras, sino también para que los mecenas formen parte de la fundación de cara a futuro, porque es lo que garantizará el mantenimiento del museo", ha dicho el alcalde.
Precisamente, para darle un empujón, el consistorio ha incorporado al exconseller de Cultura Ferran Mascarell como asesor general del proyecto. Vinculado a Sant Feliu de Guíxols, Mascarell ha subrayado que intentará "poner músculo" en el futuro museo y hacer "todo lo posible para ayudar a buscar dinero". "Queremos que no se pierda ni un euro ni una hora porque nos distraemos", aseveró.
"Si lo hacemos bien, el museo se convertirá en un referente del arte catalán a nivel internacional", ha subrayado el ex consejero, destacando también la proyección cultural que supondrá para el territorio. De hecho, en 2015, Mascarell fue el primero de los siete consejeros de la Generalitat con los que Motas se ha reunido para presentarles el proyecto a lo largo de los años.
Pero el exconseller no estará solo. Porque hará tándem con el historiador y ex director del Museo de Historia de Barcelona Toni Nicolau, que asumirá la secretaría técnica del proyecto. Sobre el futuro Thyssen, Nicolau ha puesto en valor que, una vez sea realidad, el monasterio de Sant Feliu será "el primer gran edificio patrimonial del país que tendrá uno de los mejores museos de arte".
Obra física este verano
De momento, y a la espera de que el proyecto del equipo de arquitectos Nieto-Sobejano coja forma, este verano Sant Feliu de Guíxols volverá a acoger obra física de la pinacoteca de baronesa. Será en una nueva exposición temporal, que quiere inaugurarse en julio y de la que todavía se han dado pocos detalles.
Sí se sabe que combinará cuadros con imágenes virtuales, y que las pinturas de la colección Thyssen "dialogarán" con otras obras (por ejemplo, esculturas). Además, el alcalde ha avanzado que la intención es religar también la visita a la muestra con los resultados de las excavaciones arqueológicas en la plaza de la Abadía (que quieren terminarse en verano).