Un año más, el Museo Reina Sofía refuerza la Colección con la adquisición de nuevas obras procedentes de ARCO 2024, en apoyo a la feria de arte más importante del Estado español. Una selección de 30 obras de artistas como Nuria Güell, Ana Laura Alaez, Lola Bosshard, Esther Boix, Mitsu Miura, Ana Gallardo, Alicia Herrero, Ponsatí, Miguel Ángel Rojas y Regina José Galindo, entre otros, que pasan, a partir de ahora, formar parte de los fondos del Museo. El valor total de las adquisiciones asciende a 553.753,5 euros.
Con el objetivo de aumentar la presencia de mujeres en las futuras presentaciones de la Colección, el Museo ha comprado obras que representan a las nuevas generaciones creativas que dan continuidad a las poéticas feministas de los años 70, en trabajos en muy diversos medios y de muy distintas generaciones, con especial énfasis en el apoyo a las mujeres artistas españolas. También se han incorporado obras con temáticas discursivas que nos acercan a las injusticias sociales, a la discriminación de género, a las diferentes realidades políticas, intentando enriquecer el espacio que el Museo dedica a su Colección al arte latinoamericano.
De Lola Bosshard, objeto de una reciente exposición a José de la Mano, se incorporan al MNCARS una pintura sin título y cinco dibujos de la serie Monócromos datados en la segunda mitad de los años sesenta y representativos del inicio de la abstracción pura en España.
Contemporánea de la valenciana fue Esther Boix Pons, de quien el Reina Sofía ha comprado No clou (1971) y Ella (1973). Inició su andadura en los cincuenta, dentro del colectivo Postectura, ya mediados de los sesenta promovería en Barcelona el movimiento Estampa Popular, impulsado paralelamente a otras ciudades españolas para acercar la cultura a amplias capas sociales.
París HLM es el trabajo adquirido por el Reina Sofía de Mari Puri Herrero. Remite a las viviendas de alquiler social de los suburbios de la ciudad, creadas a partir de la crisis inmobiliaria derivada de la posguerra, que en esta composición niegan todo paisaje e incluso la visión del horizonte.
De Armando, cuya muerte se cumplen 22 años, el MNCARS ha adquirido dos de los óleos sobre mesa que dedicó a OVNIs, fechados en 1970 y 1980. De Mitsuo Miura compra el Reina Sofía una instalación (Brisa de verano , 1990) y dos fotografías (Playa de las Geneveses, 1983).
Otras experiencias sensoriales muy diferentes vertebran el conjunto adquirido de la barcelonesa Julia Montilla: El cuadro del callejón, que profundiza en los fenómenos de San Sebastián de Garabandal (1961). Partidos políticos desaparecidos es, por su parte, la obra mural adquirida por el Reina Sofía del venezolano Alexander Apóstol. Culito es el título de la escultura de pequeño formato de Ana Laura Aláez que el centro madrileño suma también a su colección, y que tiene que ver con la epidemia del sida y los tabúes sexuales de los noventa, como otros obras del mismo tiempo.
El sol y la mesa, la obra de Regina Giménez también comprada por el Reina Sofía, se compone de 65 plantillas de metacrilato creadas a partir de formas geométricas que, al menos en el siglo XX, se utilizaban para explicar cuestiones astronómicas. El Museo también ha adquirido Izarrak, de Sahatsa Jauregi, obra basada en el ensamblaje de objetos manufacturados y encontrados, aquí sostenidos en tensión con hilo de soldadura; Kurba (ballena beso baile) de Nora Aurrekoetxea, un nuevo ejercicio de intento de materialización de emociones de esta autora bilbaína, que para la realización de piezas como ésta ha estudiado el lenguaje verbal y corporal en relación con el espacio cotidiano ; Antojo de Elena Alonso, arco de medio punto que fusionaba rasgos románicos y de la Secesión vienesa y con el que esta artista participó en la celebrada exposición del CA2M “Querer parecer noche”; y Ponsatí III Peça, Cabo de Creus – Cadaqués – Benidorm, uno de los hinchables de Josep Ponsatí, junto con un audiovisual que describe su proceso de trabajo.