La Fundació Carulla abre un nuevo espacio cultural en Barcelona

La Fundació Carulla abre por primera vez un espacio cultural propio en la ciudad de Barcelona, ubicado en el barrio de Poblenou. La nueva sede de la fundación es un edificio de tres plantas, de más de 1.500 metros cuadrados, desde donde se liderará un proyecto cultural y educativo que pretende abrir una ventana en el mundo rural desde la ciudad para promover el diálogo y la reflexión sobre la sostenibilidad en las ciudades, a partir del patrimonio y la sabiduría del mundo rural.

Desde la nueva sede, ubicada en la calle Almogàvers 214, también se desarrollarán y harán crecer las otras líneas de actividad de la Fundació Carulla. Por un lado, se ofrecerá un nuevo coworking cultural con 20 mesas de trabajo para albergar proyectos transformadores. Esta comunidad girará en torno al programa Mutare, la metodología propia desarrollada por la fundación para resolver retos sociales e impactar positivamente desde la cultura. También se hará crecer la actividad en torno a las diferentes líneas de premios y programas de impulso de la fundación (Premio Lluís Carulla, Premios Baldiri Reixac y Premios Francesc Candel). En este sentido, el nuevo espacio quiere crear una comunidad que aglutine todo ese nervio creativo, innovador y emergente que, desde hace años, trabaja con la cultura como motor de transformación social.

El edificio será también la sede de la Editorial Barcino, el sello editorial de la Fundación Carulla que trabaja por la recuperación y difusión de los clásicos catalanes, y que a lo largo de este 2024 celebrará el centenario de su creación con diferentes actos previstos en la nueva sede.

Marta Esteve, directora de la Fundación Carulla: “Nos hace muchísima ilusión iniciar esta nueva etapa con un espacio propio que queremos que sea la casa de todos los transformadores culturales que, como nosotros, trabajan por mejorar el mundo desde la cultura y las artes. Desde ese espacio, queremos tejer sinergias con el talento y los actores creativos más emergentes para abordar colectivamente los retos de futuro. También queremos poner en valor el conocimiento y la sabiduría del mundo rural para reflexionar sobre el mundo en el que queremos vivir. Por eso abrimos esta ventana del mundo rural en la ciudad, para crear diálogo sobre la sostenibilidad desde el patrimonio y la sabiduría del mundo rural.”

El edificio, original de 1962, es obra del arquitecto José M. Segarra, autor también de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Barcelona.

Museo Tierra. Sala Barcelona, una ventana en el mundo rural

La apertura de la nueva sede de la fundación coincide con el cambio de nombre del Museo de la Vida Rural , que este enero pasará a llamarse Museo Tierra . Cultura rural sostenible. Desde hace más de 35 años este espacio trabaja para poner en valor el mundo rural, haciendo énfasis en toda la sabiduría que aporta a la hora de imaginar futuros más sostenibles.

Muchos datos oficiales demuestran cómo la desconexión demográfica con el mundo rural y la tierra es total. Por eso el Museo Tierra se propone poner todo el conocimiento y patrimonio que conserva al servicio del debate colectivo de la sostenibilidad y las formas de seguir haciendo habitable el planeta.

Con una colección etnológica de más de 5.000 piezas, objetos y fotografías, así como exposiciones temporales y un programa de actividades educativas, el Museo Tierra en Espluga de Francolí se convierte en un centro cultural participativo y dinámico que anualmente recibe en torno a 20.000 visitantes y que ahora amplía su impacto abriendo la nueva sala de exposiciones en Barcelona, dentro de la sede de la Fundació Carulla.

Todas las exposiciones previstas en la sala de Barcelona irán principalmente dirigidas al público escolar de entornos urbanos. El programa se pondrá en marcha el curso 24/25, pero a partir de febrero 2024 se podrá ver una pequeña muestra que quiere ser un primer aterrizaje en el barrio de Poblenou, que le interpele desde su propio pasado rural. Esta primera muestra estará comisariada por Julià Guillamón y equipo interno del museo y estará abierta hasta junio 2024.