Dolores Puigdemont. Acero y naturaleza

La relación entre arte y naturaleza ha sido una constante en la producción artística de Dolors Puigdemont (Amer, 1950) y una continuada fuente de inspiración. Sus experiencias y vivencias en el entorno natural de Les Preses siempre le han condicionado en esta conexión con el paisaje. Las flores, las semillas, las cortezas, las raíces y los árboles, por un lado, y los materiales naturales (lino, algodón), por otro, conforman un trabajo en el que el eco del mundo vegetal está siempre presente. Este hilo conductor es el que desarrolla en las dos exposiciones simultáneas que presenta en los espacios expositivos del Ayuntamiento de Castell d'Aro, Platja d'Aro y s'Agaró, que abarcan los ámbitos expresivos con los que trabaja: desde la pintura y el collage hasta la escultura y la instalación.

En la Masía Bas exhibe una obra vinculada a estructuras que recuerdan a árboles, plantas y semillas; fragmentos descontextualizados de una totalidad, partes accidentales que aísla para su incorporación como motivo principal del discurso. Gracias a unos juegos de transparencias, luces y movimiento, quiere captar la fluidez del agua y la ligereza del aire. El despojo y la desnudez como fundamentos de su quehacer se traducen en lacónicas visiones que tienen más que ver con estados interiores que con configuraciones reales.

En el parque dels Estanys muestra un conjunto escultórico que parte de formas ovales y circulares (semillas o huevos) como base formal de sus estructuras. Una forma que nunca se vuelve cerrada sino que se recrea en tensiones, distorsiones, contrapuntos, dislocaciones, roturas, desplazamientos, movimientos... variaciones que consigue gracias a la descomposición y al desdoblamiento de la esfera y en la diversidad de articulaciones de las que son objeto sus partes y segmentos que se despliegan por el espacio. Mantiene la premisa de “menos es más”, que sigue vigente en su vocabulario artístico.

Sin embargo, unas formas de cierre proyectadas en el espacio en una indagación e investigación espacial que se hace aún más visible en las esculturas públicas, en las que el contexto urbano y la presencia humana forman parte de la misma obra. Lo que le interesa es abordar un fragmento de espacio, acotarlo, transformarlo y crear nuevos espacios interiores. Una selección de obras que ofrecen la posibilidad de ser vividas y habitadas, puesto que su escultura tiende a formas arquitectónicas que se imponen a gran escala.