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Exposiciones

ORLAN, deshaciendo el canon occidental

La sala de exposiciones del Govern acoge hasta febrero una exposición retrospectiva de Orlan, el artista que ha utilizado el cuerpo como materia prima

ORLAN, deshaciendo el canon occidental

Aunque la contribución de ORLAN a la historia del arte de la performance es esencial, sería un error reducir su trabajo a esta práctica. De hecho, ella misma siempre ha subrayado que no está vinculada a ninguna de ellas, a ningún medio. Es claramente el tema el que prima en su obra, puesto que cuestiona sobre todo los fenómenos sociales; entonces se pregunta cómo dar la mejor materialidad, la forma más pertinente a su pensamiento. Esto puede hacerse a través de la performance , pero también de la fotografía, el vídeo, la escultura, el collage y la pintura, recurriendo a la biotecnología, la realidad aumentada, la inteligencia artificial y la robótica. Entre sus más recientes obras figuran NFT y obras digitales generativas. El artista no rechaza ningún medio ni tecnología.

Desde su debut en 1964, cuando sólo tenía 16 o 17 años (y cuando la mayoría de edad en Francia era de 21 años), ORLAN da a luz a sí misma, “ accouchait… de él me amo ”. Con una precocidad pasmosa. Mientras que su destino de mujer condenaba al adolescente que era entonces, a utilizar su cuerpo y su vientre únicamente para dar a luz, la jovencísima artista se rebelaba contra su condición de mujer y contra el repugnante destino al que estaba destinada. La única parte que concedió fue el de su propio papel como artista y el de su futura obra. La reapropiación del cuerpo tomó forma, en primer lugar a través de la puesta en escena fotográfica. Rápidamente recurrió a la distorsión de la perspectiva para alterar los contornos de su apariencia, como en su espectacular Desnudo bajando las escaleras con tacones de plataforma , de 1967. Un hombre nunca podría haber realizado así la representación del cuerpo de una mujer . La fotografía de desnudo femenino se vio profundamente cuestionada y renovada por la propuesta de cánones disidentes.

El cuerpo de ORLAN volvió a ser el centro de su icónica performance de 1977 Le baiser del artista (El beso del artista), creada en la Foire Internationale de Arte Contemporain de París. El artista invitaba al público a comprar un auténtico beso de artista, un beso con lengua, por la suma de cinco francos. Esto ponía de relieve tanto la mercantilización del arte como los dos estereotipos de género que con demasiada frecuencia confinan a las mujeres, el de la santa y el de la puta. El recurso a la cirugía plástica a principios de los noventa se inscribe en el mismo proceso de cuestionamiento del cuerpo femenino. La transformación-apropiación permitió a ORLAN afirmar, de nuevo, la propiedad del cuerpo femenino por parte de las mujeres, pero también cuestionar, esta vez, los cánones de belleza. El artista se arriesgó a crear monstruosidad injerándose deliberadamente dos protuberancias en el frente. Le correspondería entonces hacer de ellas, por su propia voluntad, órganos de… seducción.

ORLAN, deshaciendo el canon occidental

De la misma forma, la aparición de programas informáticos de retoque ha abierto el camino a una gran variedad de autohibridaciones. Las distintas series deben entenderse como conjuntos de obras postoperatorias, ya que ORLAN siempre quiso empezar con su nuevo rostro adornado con las dos protuberancias. Así, ha creado series en las que ha mezclado su propia imagen con la de obras de arte tomadas del canon occidental –la Venus de Botticelli–, de culturas precolombinas, africanas o, muy recientemente, mayas. De esta forma, nos ha invitado a reconsiderar las nociones de alteridad y mestizaje, así como los cánones de belleza propios de cada cultura. En la búsqueda de este mismo planteamiento de autohibridación se inscribe la serie Las mujeres que lloran están enfadadas . Se trata de una serie verdaderamente museística, ya que el conjunto ya se expuso en 2022 en el Musée Picasso de París, bajo el comisariado de Cécile Debray, directora del museo. Con motivo de la celebración del cincuentenario de la muerte de Picasso, pero también para conmemorar el importante papel desempeñado por ORLAN como pionera de la fotografía, toda esta serie de Femmes quien pleurente sont en colère volverá a presentarse al público español 2023, en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, durante el festival Photo España.

También en este caso, ORLAN desarrolla una obra a la vez política y decididamente feminista. Con demasiada frecuencia, las amantes de Picasso han sido sistemáticamente reducidas al papel de meras musas, aunque algunas de ellas, como Françoise Gilot o Dora Maar, fueran verdaderas creadoras. Si Picasso glorificó la juventud y la belleza de todas estas mujeres, no dudó en representar también sus sufrimientos, en el momento de su separación y alejamiento. Como modelos, fueron reducidas a imágenes, o incluso a objetos, siendo el verdadero sujeto el pintor que las representaba. Lejos de ser un juicio contra Picasso que, ya fallecido, no puede defenderse, es una cólera contra el papel accesorio de las mujeres –en particular para aquellas que fueron o son artistas– lo que ORLAN expresa magistralmente en toda esta serie . Picasso y su obra no fueron elegidos por casualidad. A través del mayor creador del siglo XX, ORLAN nos invita de forma más general a reconsiderar el lugar de la mujer en la historia del arte, como modelo y artista. Esta triste posición no hace sino prolongar el repugnante destino que sigue reservado a las mujeres en la sociedad. ORLAN se dirige, pues, a las mujeres de nuestro tiempo, invitándolas a salir de las sombras, a emanciparse. El artista les invita a enfadarse por convertirse plenamente en sujetos y dejar de ser objetos, en un mensaje decididamente feminista y contemporáneo. En cuanto a la forma, mientras que en sus anteriores autohibridaciones ORLAN había producido imágenes suaves e hiperrealistas, para esta nueva serie ha creado collages digitales crudos y violentos. Así, ha combinado los retratos de Picasso con elementos de su propio rostro femenino: nariz torcida, ojos salidos, orejas hacia atrás, boca abierta a punto de morder. Hasta entonces víctima, la mujer pasa a la ofensiva, la ira desencadena la acción. En efecto, la obra de ORLAN constituye, desde el principio y en todo momento, una invitación a rechazar la injusticia de la condición de género ya tomar decididamente en sus manos su propio destino.

Texto extraído del catálogo de la exposición ORLAN. Las mujeres que lloran están enfadadas en la Galería RocioSantaCruz.

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