El proyecto Vidas inesperadas, que podrá visitarse hasta el 7 de enero de 2024, reúne seis obras seleccionadas que se distribuyen a lo largo del recorrido del museo, desde la prehistoria hasta la época moderna. Una pintura de Josep Maria Subirachs, procedente de Artur Ramon Art, reflexiona sobre la muerte junto a la reproducción de la tumba de una mujer en avanzado estado de gestación, de la edad de Bronce, procedente de Minferri (Juneda). Más adelante, en una vitrina del ámbito ilerget, una escultura de Marta Pruna, de la Galería Espai Cavallers de Lleida, muestra a una mujer fuerte y firmemente arraigada en el suelo.
En las salas de época medieval, una obra de Marie-France Veyrat, de la Galería Atelier de Barcelona, evoca la cruz como símbolo universal, dialogando con una serie de cruces románicas. Una pintura de José María García-Llort (Sala Dalmau, Barcelona), presenta una monja que confraterniza con el demonio, mientras en el retablo gótico de al lado, san Bartolomé y san Miguel someten a la bestia. De la Galería Imaginart de Barcelona se expone una obra de Maria Eugenia Trujillo, una especie de custodia con iconos relacionados con la feminidad, que podrá verse en uno de los ámbitos de época moderna.
Por último, la obra de Lorenzo Fernández (Pigmento Gallery) reflexiona sobre el concepto de expolio de las obras de arte, en una de las paredes vacías que todavía hoy hay en el museo desde 2021, cuando tuvieron que entregarse las obras en litigio procedentes de las parroquias de la Franja.