El Museo Memorial del Exilio expone la mirada de Philippe Gaussot

Con el objetivo de recuperar aspectos inéditos correspondientes a la fase final de la guerra civil, el Museo Memorial del Exilio nos ofrece ahora la posibilidad de ver un centenar de fotografías tomadas por el activista humanitario Philippe Gaussot, descubiertas por su hijo Jean -Philippe en una maleta al morir su padre.

El caso de Philippe Gaussot (Belfort, 1911 – Chamonix, 1977) es muy interesante porque supone una mirada singular sobre episodios poco conocidos vinculados a la ayuda humanitaria.

Pese a no ser un fotógrafo profesional, Gaussot demuestra una solvencia técnica notable y sus instantáneas ilustran el trabajo realizado por colectivos como el Comité Nacional Católico (1937-1940) en favor de niños vascos y catalanes acogidos en las colonias de Francia y también muestran el éxodo de los exiliados a través de los caminos de montaña y su decepcionante acogida en los campos de concentración del Rosellón.

Comisariada por el director y realizador de cine Felip Solé, la exposición se estructura en dos partes.

En la primera se muestran imágenes de las casas de colonias para niños vascos en tres espacios situados en la Gironda, cerca de Burdeos. Son fotografías que nos recuerdan el trabajo realizado por el Comité Nacional Católico en pro de los refugiados vascos desde el inicio de la guerra civil. Se trata de imágenes que respiran serenidad, que recogen instantes del día a día de los niños en las casas de colonias en las que fueron acogidos.

La segunda parte de la exposición se centra en las difíciles circunstancias del exilio de los refugiados republicanos. Gaussot documenta el éxodo de miles de españoles en febrero de 1939 y su llegada a los campos de concentración del Rosellón. Las imágenes son excelentes en la composición y en muchas ocasiones dirigen el objetivo hacia situaciones específicas que ilustran el esfuerzo y la organización del Comité Católico de ayuda a los niños de Cataluña con sus camiones y equipo humano centrado en la distribución de víveres y traslado de refugiados y, paralelamente, muestran aspectos a menudo inéditos de la vida de los soldados del Ejército Popular de la República en las gélidas playas de los campos de concentración del Rosellón.

El desorden del éxodo o la ansiedad y la angustia de los fugitivos contrasta con el orgullo, la dignidad y, sobre todo, la combatividad que se capta en las imágenes de Gaussot, que sobrepasan el simple valor documental para adquirir un innegable valor artístico.

Philippe Gaussot. Fotografía y trabajo humanitario con los refugiados de la Guerra de España podrá visitarse hasta el 28 de febrero de 2014.