Del 20 de octubre al 28 de enero de 2024, la Sala Oberta 3 del Museo de la Garrotxa presenta Barro. Identidades híbridas de Maria Camila Sanjinés.
Fang es un proyecto de investigación que pone la mirada en el tema del desarraigo y la migración, la artesanía, el conocimiento de la cultura material y cómo estos temas se reflejan en su obra de cerámica. Esta exposición es fruto de unos talleres conversaciones realizados con mujeres migrantes de la ciudad de Olot. A partir de estos encuentros, el artista recogió la información a partir de la cual elaboró una serie de piezas de cerámica que sintetizaran y plasmasen los temas tratados.
La primera fase de Barro se desarrolló en Colombia durante la pandemia, en el pueblo de Ráquira (en lengua muisca Ra: significa Olla, Quira: quiere decir pueblo), un lugar de alfareros con más de 8 mil años de tradición. El resultado de este intercambio ha estado expuesto en diferentes ciclos de arte contemporáneo y fue ganador de la beca de artistas y artesanos del Departamento de Cultura de Colombia. El segundo estadio del proyecto se generó en las montañas del Rif con el espacio cultural El apartment 22 en Rabat, donde Maria Camila estuvo trabajando durante 15 días con ceramistas tradicionales Amazigh. Durante este proceso generó una serie de piezas que hablan sobre comunidad y constelaciones femeninas. La de Olot, es la tercera fase del proyecto.
La muestra quiere ser, además, un espacio de encuentro de distintos colectivos para hablar sobre la construcción de la cultura y la identidad. Maria Camila Sanjinés parte de la pregunta: ¿cómo se crean los elementos culturales? Y de ideas como entender un lugar es una mezcla constato, como que la tierra está viva, muta y cambia y que, nosotros mismos, podemos ser una hibridación que puede generar nuevos lenguajes culturales sin tener que renunciar ni rechazar nada. Y que existen formas de crear una identidad hibrida entre la pertenencia y el desarraigo.
A raíz de estos encuentros y de la información y las temáticas que han surgido, Sanjines ha creado la serie de piezas de cerámica que forman la exposición. La muestra enseña tanto el resultado artístico de Sanjines como el proceso de trabajo con el colectivo de mujeres migradas. Además, también se concibe como un espacio de encuentro para hablar sobre la construcción de la cultura y la identidad. A la hora de dar forma al barro, Sanjines se ha cuestionado cómo se crean los elementos culturales. Las piezas quieren mostrar que entender un sitio es "una mezcla constante", que la tierra "está viva, muta y cambia" y que "nosotros mismos podemos ser una hibridación que puede generar nuevos lenguajes culturales sin tener que renunciar a nada ni tampoco rechazar -lo".