El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) ha presentado la exposición IA: Inteligencia artificial que podrá verse del 18 de octubre al 17 de marzo de 2024. Coproducida conjuntamente con el Barcelona Supercomputing Center a partir de una muestra organizada por el Barbican Centre de Londres, explora la historia, el funcionamiento, las posibilidades creativas y los retos éticos y legislativos de esta tecnología. Con una veintena de instalaciones, cinco de ellas creadas para la ocasión, se analiza cuál es el papel de la IA en la vida cotidiana, las oportunidades en la investigación científica y biomédica o los riesgos de desinformación que plantea el uso generalizado así como los sesgos raciales y de género.
Comisariada por Lluís Nacenta, con esta nueva exposición el CCCB invita al visitante a una experiencia multisensorial, textual, visual y táctil. La muestra ofrece la posibilidad de relacionarse con los dobles sintéticos que genera la inteligencia artificial y se puede hablar, cantar e interactuar con ellos.
Así, el CCCB quiere poner en contexto qué significa y qué papel desempeña la IA en la cultura así como las oportunidades que puede generar en la ciencia y la creatividad. Sin embargo, la muestra no olvida retos legales que plantea esta tecnología como la recogida de datos. "Tenemos la voluntad de que el visitante salga de la muestra más familiarizado y con más criterio", ha expuesto Lluís Nacenta.
De hecho, en un contexto en el que la IA se ha desarrollado de una forma “vertiginosa”, Nacenta es consciente de que existe una parte de la ciudadanía que recibe la tecnología con “miedo” y otra con “entusiasmo”. “Uno de los propósitos es eliminar miedos infundados y contribuir a tener las prevenciones razonables. Es cierto que hay amenazas pero no son exactamente lo que dice la ciencia ficción. También hay aspectos que son oportunidades extraordinarias para el desarrollo científico”, ha incidido el investigador.
Tal y como recoge la exposición, la inteligencia artificial plantea contribuciones a la sociedad como una gran capacidad de análisis y de diagnosis o una automatización de tareas que actualmente tienden a ser largas. En el terreno de la ciencia, la IA puede abrir "nuevos campos de investigación". “Los científicos hablan ya de la medicina personalizada. La IA puede permitir que no se trate una enfermedad en general si no a cada paciente y esto puede ser una revolución”, ha destacado Nacenta.
En cuanto a las amenazas de esta tecnología, por Nacenta cabe destacar la recogida indiscriminada de datos "utilizados sin consentimiento por un propósito desconocido". “La IA puede ser una gran mentirosa porque es buenísima haciéndolo. Tiene un potencial de desinformación que debe controlarse”, ha expresado.
El comisario ha apostado por que, tal y como ha ocurrido con otras tecnologías, las administraciones regulen la IA. "Después de un primer período de reflexión y debate, debe haber una regulación sobre cómo se utiliza y cómo se aplica", ha manifestado. En la exposición se hace un repaso de cómo se está trabajando para esta regulación en Cataluña, en el Estado y en Europa.
Entre la veintena de instalaciones de la exposición, hay una que restituye la fragancia de una flor que se extinguió hace más de 100 años, en 1912. También hay sitio para la música generada con IA, como es el caso del espacio de la cantante Maria Arnal. En concreto, una pecera permite escuchar la versión sintética de la voz de Arnal. "Una voz sin las limitaciones del cuerpo humano y con una plasticidad y unas posibilidades impresionantes", según ha detallado Nacenta.
Pero además de Arnal, la muestra cuenta con la participación de una extensa red de artistas pioneros y emergentes como Universal Everything, Robert del Naja, Anna Ridler o Memo Akten. Estos artistas estudian cómo mediante la IA y la supercomputación se puede avanzar en la resolución de problemas complejos como la construcción de ciudades más saludables, sostenibles y adaptadas a la crisis climática, el descubrimiento de nuevos fármacos, el impulso a la investigación de enfermedades como el cáncer o la identificación de enfermedades de nueva generación.
La exposición cuenta con un ámbito sobre cómo el big data es imprescindible para la IA, somos aprenden las máquinas, la ambición humana de crear artificialmente un ente inteligente y autónomo y cómo los avances científicos de la IA pueden requerir una nueva articulación social y legal.
Aparte de la exposición, el CCCB ofrecerá debates como el seminario 'Sociedades algorítmicas' con varios especialistas para reflexionar sobre los retos éticos y sociales de la IA. La muestra coincide en el tiempo con la llegada al BSC del MareNostrum 5, uno de los supercomputadores más potentes de Europa.