La torre Glòries abre al público. Todos somos holobiontes

La Torre Glòries, abierta al público desde mayo de 2022, ofrece una doble propuesta artística firmada por los artistas Tomàs Saraceno, Maria Arnal y John Talabot.

Después de la Sagrada Família, probablemente el edificio más utilizado para identificar la silueta de Barcelona es la Torre Glòries. Esta atalaya evocadora de metáforas diversas por fin está abierta al público y ofrece una doble propuesta artística. La más publicitada es la del mirador que incluye una instalación transitable del artista argentino Tomàs Saraceno. Colocada a 125 metros de altura, la pieza regala unas vistas, digamos, exclusivas que evidencian por qué Ildefons Cerdà consideraba la plaza de las Glòries el auténtico centro de la capital catalana.

Impresionante instalación transitable del artista Tomàs Saraceno

La obra multisensorial de Tomás Saraceno invita a jugar con la sensación de sentirse suspendido como en una nube o en el interior de una gran tela de araña (uno de los leitmotiv del artista). Grimpar por la instalación permite conectar con la libertad del juego; y es curioso como el moverse diferente ya hace que respire y mire diferente… Pero estas líneas no están pensadas para ser un elogio de las propuestas cotizadísimas de Saraceno, sino más bien para reivindicar lo que plantea la torre en la planta - 1.

El hipermirador tiene la firma de Maria Arnal y John Talabot

Bajo tierra está el hipermirador vertebrado por cuatro instalaciones audiovisuales y una pieza de música generativa firmada por Maria Arnal y John Talabot . Aquí, el arte, la tecnología y la divulgación científica se unen para explorar el metabolismo urbano de Barcelona. Porque la ciudad no es sólo de las personas, también es de los miles de organismos que viven en ella, sean de la materia que sean. La ciudad también son las aves y las redes wifi. El comisario de la propuesta es José Luis de Vicente , nombrado recientemente director del Museo del Diseño de Barcelona y un hombre verdaderamente empeñado en la emergencia climática. Si escucha los podcasts que hizo con Maria Arnal durante la pandemia y que produjo el CCCB, lo comprobará.

Barcelona es un holobionte

Así pues, escuchando el latido de la ciudad a golpe de datos y ráfagas de viento es imposible no entender que la ciudad es una red de huéspedes interconectados, ¡Barcelona es un holobionte! La primera en utilizar la palabra de reverberaciones mitológicas fue Lynn Margulis. La microbióloga estadounidense explicó que un holobionte es la simbiosis entre un huésped y varios microorganismos, y que dada la interconexión, unos no pueden obviar a otros sin hacer peligrar su supervivencia. Las comunidades, los pueblos y las ciudades ya son un poco esto, ¿no? Holobiontes en constante transformación. Y es aquí cuando el mensaje que esparce la planta -1 de la Torre Glòries se vuelve limpio y claro. En el hipermirador las miradas pasivas no valen y el antropocentrismo, tampoco.