Ahora tenemos la oportunidad de contemplar en Caixaforum Barcelona una exposición singular como lo es El siglo del retrato en el Museo del Prado. De la Ilustración a la modernidad . Todas las obras provienen de las colecciones del siglo XIX del museo madrileño, a través de la pintura, escultura, grabado, dibujo, miniatura, fotografía y medallística, y teniendo como único tema el retrato. El comisario es Javier Barón, jefe de conservación de pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado.
El retrato siempre ha tenido un gran protagonismo en la historia del arte. Desde las esculturas romanas hasta la actualidad, muchos artistas se han interesado por ello. De todas formas, es durante el Barroco que se encuentran más ejemplos, principalmente por los encargos que recibían los pintores para representar a personajes relevantes de la nobleza, la Iglesia y la burguesía.
Un gran número de pintores españoles se han dedicado a ello, como El Greco, Velázquez, Ribera, Murillo, Sanchez Coello, Carreño de Miranda y Goya, entre otros. A partir de Goya, o sea, en el siglo XIX, aparecen pintores desde una vertiente realista; es el caso de Vicente López, Eduardo Rosales, Federico de Madrazo, Ignacio Zuloaga, Esteban Villanueva, Joaquín Sorolla, Francisco Masriera, Ramon Martí Alsina y Joaquim Espalter, entre otros, así como los escultores Miquel Blay y Mariano Benlliure. Todos ellos están presentes en CaixaForum.
La exposición se divide en varios apartados: La imagen del poder , asociada a menudo con personajes relevantes del mundo económico, político y social que tenían como principal objetivo eternizarse a través del retrato; El descubrimiento de la infancia , en el que a partir de la Ilustración la representación de los niños adquiere otro protagonismo, y por eso vemos obras del Romanticismo donde aparecen sus virtudes como son “la espontaneidad, la gracia y la inocencia”; Identidades , mediante el retrato masculino y femenino que sirve para darse cuenta de la situación social de cada uno de los personajes retratados donde se muestran sus joyas y vestidos. Cabe destacar la figura de las majas españolas que los pintores solían representar por su gracia y su pintoresquismo.
Un ámbito especial es el de La imagen de la muerte , ya que el retrato del difunto, como también había sucedido en la antigüedad, se muestra a menudo, tanto en pintura como en escultura, de la forma más fiel posible. El resto de ámbitos son Retratos y autorretratos de los artistas, Effigies amicorum . Imágenes de escritores, músicos y actores y El artista en su estudio . Todos complementan perfectamente el ideario del comisario de exhibir una de las temáticas más recurrentes dentro del arte –solo las colecciones de El Prado contienen una quinta parte del fondo de pintura– y que hasta que apareció la fotografía eran el único documento gráfico para saber cómo eran, cómo se vestían y cómo vivían en esa época.