"Catalunya (Circa 57). Otro arte. Otros artistas". Los demás artistas informalistas

La exposición Cataluña (Circa 57). Otro arte. Otros artistas , que comisaría al historiador y crítico de arte Joan Gil Gregorio en la Galería José de la Mano de Madrid, pretende revalorizar la obra de algunos artistas catalanes que formaron parte del movimiento informalista pero que quedaron eclipsados por los protagonistas de ese momento. Una reducida selección que quiere explicar el cambio de rumbo que experimentó la plástica catalana en torno a la fecha simbólica de 1957, hito histórico que marca el fin de la posguerra española en el panorama político, económico y social, así como en el cultural y artístico. El objetivo es reivindicar a toda una generación, con una indiscutible trascendencia histórica, con estrechos vínculos europeos y sobre todo con un inquebrantable compromiso político, para que esté presente en el lugar que merece en los discursos expositivos de los museos nacionales. La selección responde al compromiso de su trabajo y la calidad de su obra, al margen de su reconocimiento. Evidentemente, por cuestiones de magnitud no están todos los que deberían estar, pero esta selección ilustra ampliamente la ruptura tan radical de planteamientos que esta generación llevó a cabo.

Los artistas representados son: Eduard Alcoy, Armand Cardona Torrandell, Joan Furriols, Norman Narotzky, August Puig, Maria Assumpció Raventós, Amelia Riera, Romano Vallès y Joan Vilacasas. Todos ellos se decantaron por actitudes estéticas que se convirtieron en actos de resistencia, libertad y experimentación, siempre caracterizados por una voluntad de modernidad y esfuerzo de cosmopolitismo, recibida de la herencia de las vanguardias con las que, muchos de ellos, conectaron gracias a sus estancias en París.

Con esta muestra se pretende hacer una ”reparación histórica” de toda una serie de creadores que tuvieron un papel primordial en la renovación plástica catalana y, la mayoría, con un reconocimiento nacional e internacional, pero que se han ido desdibujando por las jerarquías historiográficas. Propuestas como ésta son necesarias para reubicar un período como es el informalista (1957-1964) con nuevas miradas y lecturas. Joan Gil ya lleva tiempo trabajando en esta recuperación para reubicar a muchos de los autores que quedaron en cierto olvido lejos de los focos de las grandes figuras. Entre las exposiciones que ha defendido en esta misma línea destacamos: Informalismo en Cataluña 1957-1967 . Fundación Caixa Tarragona, Museo Víctor Balaguer, Vilanova y la Geltrú y Museo Jaume Morera, Lleida (2006); Cirlot y los artistas en torno al Correo de las Artes , 1957-1962. Fundación Villa Casas. Espacios Volart, 2017, Barcelona; Juan-Eduardo Cilot y los informalistas catalanes , Espai Guinovart. Agramunt, 2017, y Cirlot Otro. El Correo de las Artes. 1957-1962 . Centro Cultural Blanquerna. Madrid, 2021. Aparte, cabe mencionar las monográficas dedicadas a Romà Vallès, Joan Vilacasas o Maria Assumpció Raventós, entre otras. Pensamos que la etapa informalista representó para Cataluña una serie de iniciativas que reafirmaron una generación de creadores comprometidos con el arte más avanzado y con una estrecha vinculación con el arte internacional y que preparó a los más jóvenes a luchar por la libertad expresiva. Hay que seguir profundizando en estos años para ir redescubriendo la diversidad y la originalidad de esta pintura rica en texturas y empastes, gestualidades arropadas y en la utilización de nuevos materiales muy alejados de los tradicionales. Una expresión pictórica que insiste en la exaltación de los mecanismos vitales y en la libre proyección de las emociones