Silvia Riva González (Andorra, 1979), licenciada en derecho y ciencias políticas por la UPF y máster en derecho andorrano, es ministra de Cultura y Deportes desde mayo de 2019 en el ejecutivo que preside Xavier Espot como Jefe de Gobierno de Andorra. Las prioridades con las que se presentó en las elecciones incluían la elaboración de un Libro Blanco de la Cultura, ya publicado, y un Plan Estratégico, que está en marcha, para estructurar el futuro cultural del país.
¿Por qué estas prioridades?
Pretendíamos un cambio de paradigma en la gestión cultural. El sector cultural había dado un gran paso y se había profesionalizado, habían emergido un gran número de manifestaciones culturales y había una serie de personas que querían dedicarse profesionalmente a la cultura. Necesitamos un libro blanco como proyecto estratégico para promocionar nuestro tejido cultural y, al mismo tiempo, gestionar el patrimonio de la lengua. Llegó la pandemia pero el sector cultural mostró resiliencia y siguió adelante.
¿Cómo se elabora el libro blanco?
Se realiza conjuntamente con la Secretaría de Estado de Igualdad y Participación. Queríamos que el agente cultural, el creador, la empresa cultural o el ciudadano consumidor de cultura tuviera su foro a la hora de aportar elementos para el cambio en la gestión cultural. El proceso duró quince meses, con tablas sectoriales en función de la disciplina artística, y el Libro Blanco de la Cultura se publicó en 2021.
Fue un primer paso.
A continuación se empezaron los trabajos para elaborar el Plan Estratégico. Este documento incluye, hasta 2030, acciones que se implementan este final de legislatura y otras que son a largo plazo.
Quieren un museo que reivindique el patrimonio histórico, artístico y cultural de Andorra y que sea un catalizador de la oferta museística y cultural.
Era el segundo de los grandes proyectos con los que concurrimos a las elecciones. El museo nacional es una instalación que el país reclama y es verdad que la parte de infraestructura quedó aplazada dentro del contexto pandémico, pero se ha seguido haciendo un trabajo muy importante: elaborar un relato histórico del país, la parte más identidad. Existe la voluntad de que en la próxima legislatura el museo nacional se reincorpore a la agenda política y se desarrolle, pero ya se ha avanzado mucho con lo que es la ordenación de las colecciones de nuestro patrimonio y en la elaboración del relato histórico, el de la construcción del país que es hoy Andorra.
¿Se ha recuperado la normalidad después de la pandemia?
Tenemos un tejido cultural más fuerte de lo que éramos conscientes. Con el lema La cultura no se detiene se crearon espacios de programación para todos aquellos eventos que se habían anulado. El Govern, con la ayuda de todos los Comunes, dando un mensaje de unidad institucional hacia el sector, reunimos recursos para poder financiar producciones y agenda cultural. Es importante que las producciones en las que se está trabajando sean conocidas más allá de nuestras fronteras, y en el libro blanco una de las líneas estratégicas es que el sector debe caminar hacia la internacionalización.
¿Cómo son las relaciones con los estados más cercanos?
Muy buenas. Con el ministro Iceta compartimos puntos sobre la visión del Estatut del Artista. Actualmente aquí en Andorra está en trámite como proposición de ley impulsada por los cinco grupos parlamentarios de la cámara, con lo que destila un consenso de las fuerzas del país al regular y mejorar las condiciones de los artistas. Con la región de Occitania hay un grupo que funciona muy bien y Cultura se ha integrado porque en Andorra existe una raíz de cultura francesa muy importante. También hemos creado un programa conjuntamente con Exteriores en el que, mediante nuestras embajadas, fomentamos sinergias entre nuestros creadores y los de aquellos países.
¿Y con Cataluña?
Pensamos que la Fundación Ramon Llull, que agrupa los territorios de habla catalana y que tiene muchos objetivos, pero principalmente convocar los Premios de Cultura Catalana, de creación, de traducción y de catalanística, tiene más potencial. Pretendemos reconectarnos para ratificar la voluntad de Andorra de que realmente sean la lengua y la cultura el leitmotiv de la Fundación porque, más allá de los colores políticos, está la lengua y la cultura que compartimos. Con el nombramiento de la nueva directora, Teresa Colom, hemos acordado elaborar un proyecto que no sólo explique la lengua y la cultura catalana hacia fuera sino que sea participado en todos los territorios y en el que todas las variantes de la lengua tengan su protagonismo. Estamos en contacto permanente con la consejera Garriga y todos los consejeros de Cultura restantes para que la entrega de este año de los Premios Ramon Llull vuelva a situar esta herramienta tan importante como es la Fundación para dar a conocer la cultura y la lengua que nos une.
Este año Andorra no participó en la Bienal de Venecia.
Andorra valora poder estar en los proyectos internacionales y acaba de tener un pabellón en la exposición de Dubai. Queremos que Andorra tenga presencia en la Bienal de Venecia pero también es verdad que necesitamos encontrar un mecanismo satisfactorio para participar en eventos de este nivel. La baja de presentación de proyectos nos alertó y algún mecanismo debía cambiar. Era necesaria una reflexión. Se creyó oportuno realizar reuniones con ex bianualistas y ex comisarios y se ha redefinido un nuevo modelo. La voluntad es volver a la Bienal de Venecia, pero con mejores condiciones.
El Centro de Arte y Exposiciones de Andorra la Vella era una vieja reivindicación.
Es un gran objetivo. El Govern tenía un acuerdo con el Comú de Escaldes-Engordany para ubicar el Centro de Exposiciones del Gobierno, pero el Común, pensamos que equivocadamente, rescindió la colaboración. El Gobierno fue reactivo y el Comú de Andorra la Vella rápidamente se mostró sensible. Y no sólo puso a disposición el espacio, sino que se hizo cargo de las reformas de ampliación. Invito a ver las exposiciones programadas este 2022 con artistas nacionales y referentes que den valor a lo que tenemos y con quien mantener un diálogo con las tendencias que giran por el mundo.
Se ha trabajado mucho en el ámbito del patrimonio.
En Andorra tenemos mucha piedra seca y una fuerte presencia del románico. Este patrimonio románico que cuidamos con tanto cuidado integra una candidatura transnacional a Patrimonio Mundial de la Unesco que pilota Andorra con los ministerios francés y español. Es la candidatura que explica Andorra como coprincipado mediante el patrimonio inmueble de las diferentes parroquias y se presenta conjuntamente con la catedral de la Seu d'Urgell y el castillo de Foix. Se ha valorado muy bien la multilateralidad a la hora de trabajar elementos patrimoniales. Qué mejor manera que tener el reconocimiento de la Unesco en un país sin ejército que cohabita con su entorno.
En Andorra hay mucho talento.
El talento está hecho para circular. El talento debe salir, trabajar con otros creadores. Debemos exportar nuestra cultura al mundo y también ayudar a las nuevas generaciones de casa. En el Plan Estratégico, una de las líneas es el censo de artistas, un formato que permite que otros países conozcan quiénes son nuestros creadores y qué hacen. Estar presente en el catálogo da visibilidad.