Como investigador y profundo experimentador que es, la obra de Carles Torrent Pagès (Girona, 1969) ha evolucionado desde sus trabajos pictóricos hasta las intervenciones escultóricas con las que ha creado una poética telúrica muy personal. Mediante la construcción de grandes piezas que van más allá del objeto escultórico y que, en muchas ocasiones, llegan al carácter de instalación, el principio de "refundar la forma" se sitúa como premisa de su investigación. En un intento de retroceder hasta el origen de la substancia formada, lo que realmente busca es la forma anterior a la forma: la forma como portadora de la verdad y como principio de las cosas; la forma como principio motor del universo y la exploración del sentido originario. Es la dualidad materia/forma por la que transcurre el pensamiento del artista. Formas primigenias, incipientes, inconclusas, abiertas... que parecen atrapadas en la materia en busca de la esencia.
El poder de esa materia es uno de los atractivos de su obra: la fuerza alquímica y la energía acumulada son sus principios activos. Se enfrenta con una estética de materiales escultóricos convencionales en convivencia antagónica con otros anticonvencionales para manifestar los estados remotos e ignotos de la existencia y los fenómenos primordiales. Los materiales que utiliza son muy diversos; la mayoría no son propios de la escultura tradicional: agua, tinta, tejido, corcho, esmalte, metacrilato, mecanismos tecnológicos... que dialogan con otros más habituales como acero inoxidable, hierro, plomo, madera, mármol... con los que consigue unas prendas singulares. La intervención de la luz y el movimiento también son aspectos troncales de sus propuestas. Desarrolla un universo propio, un sustrato mítico y emblemático, logrado gracias a la manipulación de todo tipo de materiales ya la relación que mantienen entre sí.
Sin fin es el título de la exposición que Torrent Pagès presenta en el parque de los Estanys de Platja d'Aro; un conjunto de doce piezas escultóricas recientes que proponen un itinerario por las preocupaciones formales y conceptuales del artista. La naturaleza coexiste con el mundo industrial, resultado de la acción humana, en una confrontación de materiales naturales con fórmulas tecnológicas. Plantea una dicotomía entre arte y naturaleza, naturalidad y artificio: el universo de la naturaleza dialoga con la experiencia del artificio, todo lo natural convive con lo industrial. Evoca la naturaleza mítica y su potencial generatriz, rememorando una nueva condición.
La contraposición y pugna de las formas que juegan entre la resistencia y la docilidad, la contundencia y la delicadeza que siempre encuentran conciliación, refuerzan el carácter primigenio de sus obras. Artefactos icónicos que le permiten incidir en las facultades energéticas del enigma. Piezas crípticas, misteriosas, que atraen y perturban al mismo tiempo y que nos transportan a la prospección de los orígenes del arte y de la vida.
En la imagen: Torrent Pagès. Integridad, 2021. Metacrilato, acero inoxidable y baño de oro. 138x140x138 cm
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