En enero de 2006 saltaba la noticia: "El Museo Reina Sofía pierde una escultura de Richard Serra de 38 toneladas." Parecía una broma de mal gusto, una historia del todo inverosímil, un relato rocambolesco escrito por un alérgico al arte minimalista. El titular era desconcertante y tenía los elementos del suspense que hacían brotar una serie de interrogantes: ¿cómo era posible que el Reina Sofía hubiera extraviado una obra de tal magnitud? ¿Quién se la había llevado? ¿Cómo la habían cargado? ¿Dónde habían ocultado 38 toneladas en forma de cuatro bloques macizos de acero de grandes dimensiones? ¿Le habían fundido como chatarra? Y la pregunta del millón: ¿a quién beneficiaba esa misteriosa pérdida?
En 1986, el artista norteamericano creó específicamente para el museo madrileño el conjunto escultórico Equal-Parallel/Guernica-Bengasi en el marco de la exposición inaugural del Centro de Arte Reina Sofía Referencias. Un encuentro artístico en el tiempo . Una vez terminada la muestra, el museo la guardó en su depósito y en 1990, por falta de espacio, contactó con una empresa especializada en almacenamiento y traslado de obras de arte que la colocó en el exterior de una de sus naves, en Arganda del Rey. Hasta ahí, todo en orden. Pero en el 2015, cuando el museo quiso recuperar la obra, se descubrió que la empresa que la custodiaba había quebrado y que la pieza se había esfumado, como en un juego de prestidigitación: ahora está, ahora no está ahí.
El caso nunca se ha resuelto pero, ante el escándalo internacional, el artista, acostumbrado a destruir muchas de sus piezas tras ser exhibidas, accedió a producirla de nuevo. Dieciséis años después de este vodevil, el escritor Juan Tallón publica Obra maestra (Anagrama), una novela de no ficción o crónica novelada sobre los hechos, en la que se suceden unos sesenta testigos entre periodistas, artistas , juezas, vigilantes, ingenieros, galeristas, chatarreros, instaladoras de exposiciones y también el propio Serra. Un relato coral que transita a lo largo de medio siglo donde el autor enlaza la trayectoria creativa del escultor, las investigaciones policiales, así como diversas reflexiones sobre el coleccionismo y la desidia de la administración pública que favoreció que pasara una cosa así. En esta narración, como en el caso de la obra extraviada, nada acaba de ser lo que parece a primera vista: las dosis de ficción que construyen el texto son como píldoras de realidad y los hechos históricos, pinceladas de una comedia de enredos. Finalmente, un doble interrogante sobrevuela el libro: ¿es posible que algún día aparezca la primera Equal-Parallel/Guernica-Bengasi ? Y si llegan a encontrarlo, ¿qué hará el museo con dos esculturas idénticas?