El Ayuntamiento de Girona ha finalizado esta semana las tareas de restauración y actualización de las esculturas gerundenses Caja de luz , de Jaume Plensa, y Homenaje a Pau Casals , de Piculives. Ambas piezas tienen más de 20 años y era necesario realizar tareas de conservación para garantizar su perdurabilidad.
"Estas acciones tienen el objetivo de mantener y cuidar el arte urbano, que es patrimonio de nuestra ciudad", ha asegurado el vicealcalde y concejal de Cultura del consistorio, Quim Ayats, quien considera "importantísimo hacer visibles y dar el merecido reconocimiento a la obra y al artista que la creó, contribuyendo, a la vez, a acercar la riqueza escultórica a la ciudadanía para que la puedan conocer, valorarla y cuidarla”.
En el caso de la escultura Caja de luz , se ha sustituido el sistema de iluminación original, que había quedado obsoleto, por un sistema mejorado de tecnología LED, de acuerdo con el proyecto de técnico de renovación del escultura autorizado por Jaume Plensa. Precisamente esta noche se realizarán las últimas pruebas de luz antes de rellenar de agua el pequeño estanque que la escultura tiene en la base, uno de los elementos característicos de la obra de Plensa. Las actuaciones también incluyen la limpieza integral de la escultura y la impermeabilización de la parte superior de la prenda.
La obra se había visto alterada a lo largo de los años por factores medioambientales y físicos como los cambios de temperatura, las vibraciones del tráfico rodado o el vandalismo; factores químicos, como la polución, y factores biológicos, como la acumulación de heces de aves o el crecimiento de plantas. La restauración y cambio de iluminación ha corrido a cargo de la empresa Impros y la iluminaria es de iGuzzini Ibérica. El importe total de la intervención ha sido de 20.422,83 euros (IVA incluido).
En cuanto a Homenaje a Pau Casals , de Josep Bosch “Piculives”, los trabajos se han centrado en la conservación y restauración completa de la obra. La exposición de la pieza a las inclemencias del clima ponían en peligro su integridad, haciendo imprescindible las tareas de restauración, consolidación y conservación preventiva realizadas.
Concretamente, se ha limpiado la capa de suciedad general ocasionada en parte por la polución atmosférica y la humedad, que habían alterado el color homogéneo de la piedra; se ha eliminado la presencia puntual de pintura y grafitis, y se han arreglado las fisuras y la pérdida de material pétreo en las grietas. La actuación ha tenido un coste de 4.779,50 euros la ha realizado la restauradora gerundense Clara Oliveras.