La Galería Marlborough presenta, el 15 de septiembre y hasta el 12 de noviembre, la obra fotográfica de Irving Penn en una exposición incluida en el marco del Barcelona Gallery Weekend. Conocido por sus impactantes imágenes y por el dominio de la técnica fotográfica, que en su época se consideraba una herramienta destinada a la documentación, Penn se acercó a este medio con ojo de artista y de esta forma amplió su potencial creativo. Destacó por un estilo fotográfico preciso y elegante, con gran interés por el detalle y un dominio de la luz y del claroscuro admirables.
Elevó la fotografía de moda, algo puramente comercial hasta el momento, a la categoría de arte utilizando nuevos recursos como la naturalidad de las modelos, el minimalismo y los fondos neutros o la iluminación, y obteniendo como resultado una mezcla entre distinción y simplicidad. La sencillez era su marca.
Entre todos sus intereses, y vinculado a su espíritu estético, realizó una gran colección de fotografías de tribus indígenas; en la década de los sesenta recorrió África y Latinoamérica con una cámara y un fondo neutro realizando retratos a diferentes culturas y tribus. Componía las imágenes de forma muy pictórica, y no dejaba nada al azar, controlaba cada detalle.
Irving Penn durante su dilatada carrera, que duró casi siete décadas, fue pionero en el uso y recuperación de métodos técnicos del siglo XIX, experimentación que llevó a cabo cuando cerró su estudio de Manhattan y se sumergió en la impresión en platino en el laboratorio que construyó en la granja familiar de Long Island, Nueva York. Esto dio lugar a tres grandes series: Cigarettes (1972), presentada en el MOMA de Nueva York en 1975, Street Material (1975-76), expuesta en el Metropolitan Museum of Art en 1977, y Archaeology (1979-80), expuesta en la galería Marlborough también de Nueva York en 1982, consolidando su relación con la galería, que conserva una colección de fotografías históricas, parte de la que se mostrará en la exposición.