Es Baluard presenta del 16 de septiembre al 22 de enero la exposición Daniel García Andújar. Patent de Cors, comisariada por Imma Prieto. La exposición congrega una especie de mosaico o archivo simbólico que permite rastrear el conflicto y el dolor a través de las más de 300 imágenes recogidas. El proyecto incide, como es habitual en su trabajo, en la necesidad de revisar y reescribir la historia, de reconocer que el robo y el expolio se produce no sólo después de la permisividad de una Patente de Corazones, sino en historias oficiales y, sobre todo, en el momento en que despojamos a las personas de sus derechos, de sus memorias y de su identidad. Andújar incide en que la historia está llena de sustracciones sistémicas que acompañan y han acompañado desplazamientos y exilios forzados. Es en esta condición de destierro desde donde reivindica la dignidad borrada y la necesidad de devolverles el sitio que siempre habrían tenido que habitar.
Navegar el Mediterráneo es una acción cargada de significados históricos, políticos y sociales. Es asumir una multiplicidad de presencias y ausencias portadoras de historias enterradas y negadas, es querer ver que el tiempo sigue siendo el transmisor de un imaginario que pone de manifiesto el conflicto, el destierro y el exilio. Patent de Cors, por un lado, da nombre a la exposición que Daniel G. Andújar presenta esta temporada con materiales y obras inéditas, y por otro lado, ya deja entrever algo de abandono, expoliación y pérdida. Bajo este epígrafe, Andújar ha llevado a cabo una investigación site specific para presentarnos algunas piezas que apelan a un tiempo y espacio común.
Materiales e historias que nos devuelven mediante un gesto sencillo la posibilidad de ser sitio, de convertirse en espacio y reivindicar memorias. Daniel García Andújar recupera y recrea un emplazamiento que, siendo conocido, se presenta por primera vez: el Mediterráneo. Pensar el Mare Nostrum, tal y como lo llamaban los romanos, es asumir estos viajes, diásporas y migraciones. Es recuperar otras vidas, muchas de ellas perdidas y silenciadas. Pensar el Mediterráneo como isla, como sitio aislado pero identificado, provoca extrañeza e inseguridad. Desde esta nueva entidad, Andújar establece múltiples capas de significado a través de elementos que, a su vez, responden a una investigación configurada a través de varios vértices. Consciente de la imposibilidad de abarcar todos los silencios, congrega a un corpus visual que apela a tiempos diversos, piezas que marcan un hilo histórico y señalan un no-final: desde los relatos de la Eneida hasta los últimos cuerpos que han muerto en la travesía hacia Europa. Se sacan a la luz estos, otros, relatos que dialoga con la Patente de Corazones y establece una metáfora que acepta el robo, no sólo material, sino de los derechos fundamentales.