El Museo Florencio de la Fuente presenta, del 22 de julio al 23 de octubre, la exposición Tom Carr. De la gravedad a la luz. La muestra, comisariada por Joan Gil, se plantea como una retrospectiva que parte de las obras de finales de los ochenta hasta la creación actual. La muestra se esboza a partir de la idea de una escultura que se expande como una exploración de la forma originaria, que se mueve y desarrolla invadiendo el espacio creado, sea real o ficticio.
Doctor en escultura por la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, Tom Carr (Tarragona, 1956) se incorpora a la escena artística ya desde comienzos de los años 80 con instalaciones donde desarrolla una producción escultórica de la que extrae todo lo superfluo para lograr una simplicidad formal de indiscutible fuerza y belleza.
A partir de 1983 comienza a desarrollar, paralelamente a las instalaciones, una obra escultórica basada en figuras arquitectónicas: torres, escaleras, cigurados, arcos… empleando madera para después pintarla. Toda su obra parece expandirse formal y conceptualmente hacia el exterior mediante organizaciones arquitectónicas y geometrías elementales generadoras de energía y simbolismo como son la espiral, el círculo, la hélice o la pirámide.
Carr es uno de los artistas más activos en instalaciones lumínicas que traslada a la luz todo su potencial escultórico. Su evolución transita desde unas creaciones volumétricas con materiales pesados, pasando por unas estructuras aéreas, hasta las últimas obras totalmente inmateriales y etéreas. La fisicidad objetual ha dado paso a la luz, la energía y el color, mientras que las formas se han ido simplificando y buscando los mínimos elementos.