"Los mediodías de Afelio", un viaje al Sol

Los mediodías de Afelio apunta a la cuestión de ir más allá del planeta Tierra para conquistar nuevos espacios; así, especula con un viaje hacia el afelio, lejos del Sol, donde no llega la luz. El punto de partida es una investigación de más de una docena de años. En esta muestra individual de Rubén Verdú, la gran pieza de nueva creación producida en Hangar –una videoinstalación interactiva e inmersiva que juega con el visitante– entra en diálogo con piezas antiguas que el artista recupera y reactiva.

Para Verdú, el mundo literario es también un espacio en el que potencialmente exponer obras de arte. Esta metodología literaria le permite actualizar el concepto de arte conceptual, puesto que con este ejercicio consigue completar una obra de arte sin darle materia, manteniéndola en un terreno puramente especulativo. En primer lugar, encontramos un prólogo formado por siete piezas que nos introducen en la gran pieza central. Se trata de siete écfrasis, descripciones literarias de obras de arte. Para la ocasión, el artista ha intervenido siete novelas de ciencia ficción de autoras y autores que a través de este género no sólo plantean cuestiones fantásticas sino que tienen una profunda dimensión filosófica, “más de pensamiento que de ficción”: El hombre que cayó en la Tierra, de Walter Tevis; Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin; Alba, de Octavia E. Butler; Aurora, de Kim Stanley Robinson; Borne, de Jeff VanderMeer; Klara y el Sol, de Kazuo Ishiguro, y Solaris, de Stanislaw Lem.

“Intento explorar la validez del arte dentro de la ciencia ficción.” El artista se pone en la piel de todos estos autores para intervenir un fragmento y insertar obras de arte. En la novela de Walter Trevis, por ejemplo, descubrimos unas esculturas de porcelana de la casa Lladró. Las novelas escogidas, al igual que el título de la muestra, son una referencia más o menos velada en el Sol. Es, en cierto modo, una propuesta icariana que nos invita a acercarnos al gran astro a pesar de los riesgos. Asimismo, se pregunta cuál será el futuro del arte y las prácticas artísticas. Rubén Verdú se mueve a caballo entre la práctica artística, la investigación y la escritura sobre y desde el arte. Es también fundador de PeepingMonster. Sus trabajos están totalmente afectados por la extrema ubicuidad de lo visual. Tal y como afirma el artista, estamos sometidos a la “disciplina del ojo”, una especie de determinismo instintivo que nos impone la mirada.