¿Qué le parece si naturalizamos de una vez que las formas de pensar equivocadas son producidas por un mundo que está equivocado. Y si de una vez nos activamos, porque sólo cambiando estas formas se puede soltar el nudo que aglutina cada vez más agravios, injurias, ofensas, ultrajes, opruebos. En definitiva, daños. Para reparar estos daños deben desaprenderse estas formas viciadas de pensamiento, tanto de manera individual como colectiva.
¿Qué significa vivir en un mundo en el que las contradicciones son verdaderas? ¿Y cuáles son las formas que se desarrollan en respuesta a este hecho? La propia experiencia de incongruencia se basa en sentimientos contrapuestos.
Nosotros, las sociedades capitalistas del norte global , vivimos en un mundo en el que casi todo está hecho para ser vendido. Todo lo que nos rodea es una mercancía, incluso nosotros mismos. La digitalización nos ha enseñado que si no pagas por un servicio, tú eres la mercancía. Crecemos con un flujo constante de información que automáticamente se convierte en verdad. "Mala contemporaneidad". Las actividades que más unen a los pueblos del mundo son la producción, la circulación y el consumo. Articular una sensación colectiva de que algo va mal en cómo está estructurado el mundo actualmente: la mala medición de la riqueza como forma de valor. Esta sentencia nos anima a reflexionar sobre nuestra imaginación social: visualizar un mundo donde la riqueza social ya no necesita expresarse como valor y por tanto desaprender este paradigma como forma principal de mediación social.
Mientras escribo estas líneas, a punto de cerrar la edición de este número de Malart, estalló una guerra en Ucrania, una guerra de las de siempre, provocada por las estructuras de poder y los intereses económicos. Aquellos que no queremos desarticular. Destrucción, muerte y sufrimiento que no desaprendemos , sino que toleramos de nuevo. No por casualidad una revista de arte la hemos llamado “malarte”; el “buen arte” tiene, además, los mismos aprendizajes de los que aquí queremos deshacernos.
Hoy en día todavía es importante invertir en un proyecto que implique un pensamiento crítico, y es que ha habido un notable abandono del proyecto en las dos últimas décadas. El pensamiento crítico implica identificar modos de pensar equivocados. Identificar requerirá aprender o, mejor dicho, desaprender . Trazar los pasos de este pensamiento y, por tanto, habitarlo. Es arriesgado, pero es necesario abrazarlo en todos los sentidos. Al trazar debemos desligarnos de lo que erróneamente hemos aprendido, de los principios imbuidos sin cuestionarnos. A*DESK, mediante este portafolio llamado DESAPRENDER, para el que se han seleccionado artistas, mediadores, pensadores y educadores, quiere señalar con incisión deficiencias sociales sobre las que no sólo debemos reflexionar, sino desenseñar y desaprender .