Hace unos años, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) impulsó la construcción de la colección de arte de posguerra y segunda vanguardia (1940-1980) con el objetivo de incorporar a la colección permanente el arte de la época que abraza de la posguerra y la dictadura franquista hasta la recuperación de la democracia y los inicios de la posmodernidad. Se trataba de enmendar agravios históricos y visibilizar la obra de una serie de creadores que han sido tradicionalmente olvidados en los relatos de los grandes museos de nuestra casa.
De este proceso, conducido con éxito por Àlex Mitrani, conservador de arte contemporáneo del museo, sobresalen algunas exposiciones pasadas como Liberxina, pop y nuevos comportamientos artísticos , 1966-1971 (2018-2019), a partir de las propuestas artísticas que emergieron en Cataluña a finales de los sesenta, y Diálogos intrusos. Todo está presente (2020-2021), en la que se incluían obras de la Fundació Suñol, pertenecientes a las segundas vanguardias, para hacerlas dialogar con piezas históricas del fondo del MNAC.
La adquisición de piezas realizadas por creadoras es un paso más en esta empresa de renovar las narrativas del museo. De hecho, ésta es una de las prioridades para la configuración de la colección de arte de posguerra y segunda vanguardia, en la que han ingresado recientemente obras en torno a la maternidad y el cuerpo femenino, como las pinturas Mujer con sus partes (1968), de Roser Bru, y Autorretrato embarazada (1966-1967), de Mari Chordà; la escultura Mère (1959), de Parvine Curie, y la serie de dibujos collage que dio forma al libro Maternasis (publicado en 1967 por Kairós), de Núria Pompeya. Precisamente, el proyecto de Pompeya da título a la exposición que, del 21 de abril al 25 de septiembre, redescubre la obra de estas creadoras.
Hartas de ver maternidades elaboradas, a lo largo de la historia, por artistas varones, en esta ocasión se muestran embarazos vistos y vividos por las propias mujeres, a partir de estilos y estéticas diversas. De la transformación del cuerpo que engendra una nueva vida, como una experiencia íntima y trascendente, al estupor del vientre en mutación, que reúnen las ilustraciones de Pompeya, en las que, con gesto irónico y trazo sencillo, desmitifica –en plena efervescencia de la reivindicación feminista–, el proceso de gestación. Unas maternidades múltiples y heterogéneas, lejos de estereotipos, que zurcen la colección y al mismo tiempo enriquecen y hacen avanzar el relato del museo.