"Adolf Mas. Los ojos de Barcelona": El lenguaje de la instantaneidad

Hace un año, el KBr inauguró una línea de exposiciones dirigida a la fotografía catalana. El pistoletazo de salida lo dio la colección de daguerrotipos del CRDI de Girona, y con ella el flamante centro de la fotografía de la Villa Olímpica nos recordaba las posibilidades que hay a la hora de exponer el patrimonio fotográfico local, pues de ver desde hace unos años, si dejamos al margen la piedra que siempre pica el Archivo Fotográfico de Barcelona.

Ahora es el turno de Adolf Mas. Los ojos de Barcelona , la segunda exposición de esta hoja de ruta anual y que propone al público una nueva perspectiva sobre un fotógrafo ya ampliamente reconocido y, también, encasillado, sobre todo entre los especialistas. Se trata de una exposición con tesis en el sentido literal de la expresión. Su comisaria, Carmen Perrotta, se doctoró hace cuatro años en la Universidad de Barcelona precisamente con una investigación dedicada a la figura y trayectoria de este emprendedor nacido en Solsona (1860) pero instalado en Barcelona a finales del siglo XIX , en los inicios precisamente de la fotografía moderna y la eclosión de la nueva cultura urbana.

La exposición es minuciosa y descubre distintas facetas de Adolf Mas. Lo hace más allá del relato cerrado en torno al Archivo Mas, el monumental inventario fotográfico de arte hispánico que le encumbró en vida y que a lo largo de las décadas se ha convertido en un legado documental de primer orden para estudiosos de todo el mundo. Hoy este archivo se encuentra preservado en el Instituto Amatller de Arte Hispánico, una entidad que colabora con la muestra gracias al préstamo de las imágenes y objetos. Sin duda, el archivo fue su gran proyecto profesional gracias al cual él y sus colaboradores documentaron un volumen ingente de patrimonio arquitectónico y artístico de España, empujado inicialmente por Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch y los descubrimientos del románico de principios de siglo. Pero el sentido del discurso expositivo es mostrar la multiplicidad del fotógrafo, en los ámbitos del retrato, la fotografía de vistas, los reportajes por encargo, la fotografía artística y el emergente fotoperiodismo en una Barcelona entonces en pleno cambio. Se trata de una serie de géneros que son concomitantes al desarrollo ecléctico y todavía poco especializado de la fotografía de principios de 1900, al bascular entre nociones y referentes visuales de las bellas artes y las artes gráficas, pero también del nuevo lenguaje de la crónica y la instantaneidad fotográfica. Las imágenes de Ramon Casas, Santiago Rusiñol o Josep Llimona, entre otros artistas, y el doble retrato con el fotógrafo Pau Audouard, corroboran la capacidad de Mas para situarse en medio de estos lenguajes, así como de los círculos sociales más destacados tanto del ámbito del arte como de la fotografía.

Imagen: Adolf Mas. Juegos. Gran Vía de las Cortes Catalanas , 1906. © Fundación Instituto Amatller de Arte Hispánico.