El Museo del Diseño de Barcelona presenta del 8 de abril al 24 de julio la exposición Fornas. La imagen de la Cataluña de los 60. En los años sesenta, se puso en marcha una industria cultural en Cataluña que pretendía recuperar la presencia en la sociedad catalana, perdida y silenciada por el régimen franquista desde el final de la Guerra Civil. La cultura catalana dejó de estar a la defensiva y pasó a adoptar claramente unas actitudes más creativas y dinámicas. Esta reacción quería hacerse evidente no sólo con el contenido, sino también a través de la imagen.
Los críticos de la época resaltan el orden, el equilibrio y la voluntad constructiva de su trabajo, recursos que en la década de los 60 desarrolló en su principal ocupación: el diseño gráfico. En estos años sorprendentes contagiados por el impresionante movimiento que desde Inglaterra, con la influencia de creadores como Alan Fletcher o Robert Brownjohn, llegaba al resto del mundo, desplegó a Jordi Fornas lo mejor de su producción gráfica.
Jordi Fornas Martínez (Barcelona, 1927-2011), formado en la Escuela de Bellas Artes Sant Jordi de Barcelona, se dedicó plenamente a la producción. A principios de los años sesenta, empezó a tener encargos a título personal y dejó de lado la pintura para dedicarse plenamente al diseño gráfico. En este ámbito, logró un prestigio y reconocimiento considerables y fue artífice del diseño de algunos de los pilares modernos más importantes del renacimiento cultural de la segunda mitad del siglo XX, dando identidad gráfica a la nueva cultura de masas en catalán desarrollar en Cataluña. Su obra gráfica bebe de la estética pop británica, del diseño de la escuela suiza y, en especial, de la gráfica francesa de los años cincuenta. La mezcla de todas estas influencias se ve plasmada en recursos y usos que componen uno de los puntales de lo que llamamos estilo Fornas.