Centro de Arte Tecla Sala presenta "Rubèn Verdú. Los mediodías de Afeli"

El Centro de Arte Tecla Sala presenta del 31 de marzo al 7 de julio la exposición Rubén Verdú. Los mediodías de Afeli, comisariada por Oriol Fontdevila. El proyecto toma como punto de partida la noción de afelio para cuestionar el papel de la luz y la lógica de la mirada en la construcción del conocimiento.

El Sol estallará en 4.500 millones de años. Y con él, el sistema solar, incluido el planeta Tierra. Los humanos hemos planeado la escape desde hace algunos milenios. Empezamos ese viaje al adoptar la posición bípeda. Nos levantamos y, progresivamente, nos separamos de la superficie de la Tierra. Primero con el cuerpo, después con las edificaciones y por último con las aeronaves. Entre el niño que aprende a levantarse, la torre de vigilancia encaramada y el cohete que levanta el vuelo, se despliega un solo proyecto: la actividad escrutadora del ojo, que nos impulsa a ganar perspectiva y anticipar, así, las amenazas. Afeli es la culminación de este viaje. Al mismo tiempo que es su paradoja. Afelio se sitúa tan lejos del Sol que la luz de este astro llega considerablemente debilitada.

Afelio nos enfrenta a la contradicción de haber adoptado la luz como medio para desplazarnos a un lugar donde el Sol ya no puede diferenciarse de la irradiación de cualquier otra estrella. Si hay mediodía en Afelio, es porque los humanos hacemos llegar nuestra luz. En Afelio la mirada no vería si no fuera porque nos desplazamos con este medio —la luz—, en el que depositamos una confianza ciega. Los humanos propagamos la necesidad de luz en los confines del universo. Las imágenes que nos llegan de las expediciones espaciales implican haber encarnado la luz, incluso haber aprendido a regenerarla en un medio en el que es un bien escaso. Ahora bien, llegados a este punto, resulta ilógico seguir aceptando la luz como vehículo de conocimiento objetivo: la amenaza de apocalipsis que intimida a los humanos —y que propulsa a los transbordadores espaciales— está totalmente mediatizada por la luz.

"Los afelis son escenarios de ficción; más cuidadosamente, son escenarios de ciencia ficción. Son el resultado de procesos centrífugos que los alejan de su origen, de su referente inicial. Han perdido contacto. Su telos es, por tanto, desfilado , disuelto, desconocido Podríamos decir, eso sí, que los afelis marcan el límite y la frontera final del espacio fotológico, en este contexto, la ficción se enfrenta al reto de tener que formular qué escenario de aturdimiento y sorpresa se deriva de este final perpetuamente perdido, de este mañana imposible.Llegados a este punto, deberemos decir que el universo es un afelio total, que aquella multitud indescifrable de puntitos brillantes son una muestra segura de que, al fin, la luz es también un bien escaso y rodeado de la nada absoluta", explica Rubèn Verdú