"Signos y escrituras", producida por la Fundació Suñol, llega al Centro de Arte Contemporáneo Lasala

El Centro de Arte Contemporáneo Lasala acoge Signos y escrituras, una exposición colectiva producida por la Fundació Suñol que pretende enfatizar el papel del signo y la escritura en las artes plásticas de la segunda mitad del siglo XX, trazando un recorrido descriptivo de estas aplicaciones simbólicas a través de una selección de obras de la Colección Suñol Soler.

La exposición se plantea con la intención de favorecer un espacio de reflexión sobre el papel del signo y escritura en las artes plásticas de la segunda mitad del siglo XX. Signos y escrituras dibuja un recorrido sobre estas aplicaciones simbólicas, como estructuración del pensamiento y como posterior expresión estética.

Todas las obras de esta exposición forman parte de la Colección Suñol Soler y están realizadas desde 1972 hasta la actualidad por los artistas Ignasi Aballí, Antoni Tàpies, Robert Llimós, Juan Rabascall, Zush, Juana Cera, José Luis Alexanco, Sergio Aguilar, Eduardo Chillida, Miguel Salinas, Manuel Millares, Antonio Socías, Carmen Calvo, Darío Villalba, Jordi Tolosa, Fina Miralles, Jordi Sabaté, Ramón Parramon, José Manuel Broto, Jordi Tejedor, Alighiero Boetti, Miralda, Lawrence Weiner, Federico Guzmán y Carlos Pazos. Las obras escogidas nos descubren el uso recorriendo del signo y la escritura en la pintura, en el collage o sobre tapiz, como una lectura visual de la necesidad de comunicación por parte del artista.

Obras de Robert Llimós, Antoni Tàpies o Zush nos proponen una determinada visión del proceso de creación y la manifestación de un lenguaje inédito y único, junto a artistas como Ignasi Aballí, Darío Villalba, Carlos Pazos o Joan Rabascall, que muestran en diferentes obras unas narraciones más explícitas. Todas estas piezas se sirven del signo, el alfabeto o la escritura como elementos estructurales de composición. Y es posible que esta inquietud unánime resulte de una sensibilidad específica en la segunda mitad del siglo XX, un momento en el que el estudio del lenguaje permeabiliza todos los campos del conocimiento.

En concreto, en el arte se plantean nuevas incógnitas, una vez perdidos muchos de los referentes figurativos propios de la tradición artística europea de siglos anteriores, y junto con las nuevas definiciones de la semiología, por parte de Ferdinand de Saussure, se clarifican las relaciones entre el emisor y el destinatario, que deberá interpretar nuevos códigos. Más adelante, Roland Barthes propone un sistema para profundizar en la comprensión del lenguaje y la sociedad, entendido como una construcción perpetuada por la simbología de los propios valores culturales de cada colectividad. La semiología, no como un proceso sino como una actitud, adquiere con Barthes una funcionalidad específica. Por el contrario, una lectura de la obra de Umberto Eco nos instruye sobre el papel protagonista del espectador como creador de nuevos sentidos de la obra de arte a la que se enfrenta, desarrollando una conducta perceptiva, imaginativa o creativa del receptor, que se regirá por un sistema de interpretación universal.

La combinación de todos estos elementos ha derivado en aportaciones artísticas de múltiple polisemia que esta exposición pretende mostrar, con el signo o la escritura como eje vertebrador del lenguaje estético, cuya iconografía de trazos matéricos dibuja el pensamiento del artista y está genéticamente contenida en sus signos, en el mundo de sus ideas.