Con el título Una historia del arte reciente (1960-2020) II, la Fundación Juan March y DKV presentan una exposición conjunta que podrá visitarse hasta el 9 de julio en el Museo Fundación Juan March de Palma. La exposición está construida en conjunto a partir de sus colecciones respectivas, que se puede ver en el Museo Fundación Juan March de Palma hasta el 9 de julio de 2022, después de la clausura de un proyecto paralelo al Museo de 'Arte Abstracto Español de Cuenca en enero este año.
La muestra es el resultado del trabajo de los equipos de ambas instituciones sobre cada una de las dos colecciones y tiene la pretensión de proponer una historia del arte reciente que incluya desde la segunda mitad del siglo pasado hasta las dos primeras décadas del siglo XXI. Una historia del arte reciente (1960-2020) II ensaya un peculiar ejercicio narrativo: se atreve con el ayer mismo y con el hoy, y lo hace con las obras de los artistas y en el mismo lugar donde se van acumulando los testimonios de la historia y de la historia del arte: en el museo.
Es una historia de las muchas posibles, que aspira a ser contada con rigor y libertad en los espacios reales de dos museos a partir de dos colecciones distintas, con sus particularidades y su carácter propio. Por eso, el equipo curatorial ha trabajado con las obras de la colección DKV, variadas en formas y prácticas y creadas por artistas que generacionalmente pertenecen al siglo XXI, y con las de la colección de la Fundación Juan March, que se encuentran en “rotación lenta” (la expresión es de Fernando Zóbel) en los dos museos de la institución en Cuenca y Palma, y que son básicamente pinturas y esculturas de las generaciones activas en nuestro país desde los años sesenta hasta finales del siglo XX.
El proyecto no trata simplemente de yuxtaponer obras de varias generaciones de artistas, sino de afinar visualmente algunas de las historias del arte reciente en nuestro país, con sus conexiones, continuidades, novedades y rupturas, citas serias o irónicas y disparidades históricas y temáticas. La exposición muestra también la evolución que se ha producido en los últimos setenta años desde la pintura y la escultura hasta las prácticas conceptuales, la instalación, la desmaterialización de la obra de arte, la presencia multidisciplinar y el advenimiento y la entrada en el museo de lo audiovisual y digital, para volver a la pintura y la escultura.
En la muestra, unos ochenta obras de la colección del museo convivirán con cerca de un centenar de obras –pintura, escultura, dibujos, vídeoarte e instalaciones– seleccionadas de entre las más de ochocientas que integran la Colección DKV, iniciada en 2007 y centrada, fundamentalmente, en las prácticas artísticas desde los inicios del nuevo siglo. Tanto ahora en Palma como previamente en Cuenca, donde ocupó el Museo de Arte Abstracto Español ubicado en las Casas Colgadas, se han incluido obras de Salvador Dalí, Eduardo Chillida, Manolo Millares, Juan Miró, Pablo Palazuelo, Jorge Oteiza, Antonio Saura, Antonio Tápies, Gustavo Torner, Fernando Zóbel, Elena Alonso, Lucía Bayón, Pablo Capitán del Río, Antonio Fernández Alvira, Carlos Gil, Laura González Cabrera, Cristina Mejías, Guillermo Mora, Tomás Pizá y Belén Rodríguez, entre otros muchos artistas .